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Rivera pide el voto a quienes creyeron en la Transición, González y Aznar

El presidente de Ciudadanos hace un último alegato en pro de la participación para movilizar a los catalanes que votan en las generales y no en las autonómicas

La candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas , y el presidente de la formación, Albert Rivera, durante su intervención en el acto de fin de campañaFoto: atlas | Vídeo: EFE
Juan José Mateo

En el último día de campaña, un recuerdo para la Transición, y una petición para los catalanes que votaron el estatuto de autonomía y que luego confiaron en los proyectos de Felipe González, de José María Aznar o de José Luis Rodríguez Zapatero. Albert Rivera ha convertido el último mitin de su formación antes del 27-S en una llamada a las urnas para todas esas personas que se quedan en casa en las autonómicas, pero acuden a votar en las generales. Cientos de seguidores le han escuchado a él y a Inés Arrimadas en la plaza de Virrei Amat (Barcelona), rebosante de entusiasmo a pocas horas de la cita electoral. "¡Sí se puede! ¡Sí se puede!", se ha despedido el gentío tras escuchar la advertencia del presidente del partido, que con su discurso ha reivindicado la centralidad de una formación capaz de atraer votantes de izquierda y derecha: "No nos jugamos escaños, nos jugamos seguir siendo lo que somos".

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El votante de Ciutadans está hoy tan hipermovilizado como el de la lista independentista de Junts pel Sí. Tanto la formación emergente como PP y PSC han centrado sus esfuerzos en que la participación llegue o supere el 70%, para que los resultados se parezcan más a los de unas elecciones generales que a los de unas autonómicas. Las consecuencias son evidentes. En el partido de Rivera, por ejemplo, están sorprendidos de ver en sus actos de campaña a jubilados y personas de más de 60 años, tradicionalmente el sector que más se le resiste a Ciutadans, porque es patrimonio, según las encuestas, de PP y PSOE. Con los vecinos asomados a los balcones, en un ambiente eléctrico, lleno de aplausos, flashes y banderas naranjas alzadas al viento, el entusiasmo que ha recorrido esta tarde la plaza barcelonesa ha resumido los resultados del trabajo de la campaña.

"Les propongo que nos conjuremos", le ha dicho Rivera a sus votantes, consciente de que todas las encuestas sitúan a Ciudadanos como segunda fuerza en las encuestas, aunque muy lejos de la lista de Junts pel Sí. "Cojurémonos para llorar de felicidad y no de tristeza el 27 de septiembre", ha seguido el candidato de la formación a La Moncloa. "Vamos a conjurarnos para tener un gobierno decente", ha insistido Rivera, recibido con vítores y palmas. "Hay aquí unos catalanes valientes, libres, que quieren seguir siendo iguales al resto de españoles".

"Esta es la única alternativa a los que nos quieren separar", ha dicho Arrimadas, apoyada públicamente por el cantante Loquillo mientras el público le gritaba "¡presidenta! ¡presidenta!". "Frente a los que quieren sacarnos de España y la UE, hay un proyecto y un programa, lo que representa Ciudadanos. El resto no han sido buenos compañeros de viaje estos años", ha añadido sobre PP y PSOE.

Así ha acabado la campaña de Ciutadans. En 2012, el partido logró nueve diputados. Ahora las encuestas le aseguran sumar el doble, e incluso llegar hasta los 21. Quedan horas para que se abran las urnas. Cataluña elige a su próximo presidente con el electorado más polarizado que nunca, sin una bandera que contente a todos y con los partidos haciendo cálculos por si la lista independentista de Junts pel Sí no logra mayoría absoluta.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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