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Ciutadans y Podemos, pulso por el voto joven y del PSC

Los dos partidos afrontan el 27-S sabiendo que puede marcar un punto de inflexión en las opciones de Rivera e Iglesias en las generales

Pablo Iglesias, en una imagen de archivo.
Pablo Iglesias, en una imagen de archivo. MARTA PÉREZ (EFE)

El pulso entre Podemos y Ciudadanos, las dos formaciones emergentes que aspiran a rebasar los límites del bipartidismo, vive en Cataluña un capítulo inédito. Según todas las encuestas, el 27-S el partido de Albert Rivera quedará por delante del de Pablo Iglesias por primera vez, un resultado que marcaría la campaña de ambos para las elecciones generales de fin de año. En el esprint final antes de la cita con las urnas, y con el núcleo duro de partidarios de ambos ya movilizado, las dos formaciones luchan por atraer a los jóvenes de entre 18 y 25 años que nunca han votado; a los abstencionistas saturados por el debate soberanista; y a los votantes desencantados del PSC.

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“El PSC está a la baja”, argumentó José Manuel Villegas, vicesecretario de Ciudadanos y jefe de gabinete de Rivera, que ayer dio un mitin con Inés Arrimadas en Mataró, tradicionalmente un feudo socialista, como Tarragona, en donde intervino Iglesias. “En el teórico empate entre Ciudadanos y Catalunya Si que es Pot las últimas encuestas nos dan por ganada esa segunda posición. Esa consolidación se puede producir por haber pescado en el caladero del PSC”, añadió. “Pablo Iglesias ha entregado sus siglas a Iniciativa y se ha encontrado con un candidato que defiende la independencia (en referencia a Rabell). Creo que se ha equivocado. Es un error muy grave”, añadió. “Se han entregado a alguien que teóricamente conoce los matices de Cataluña, pero resulta que están partidos por la mitad con el tema de la independencia. Veremos si le puede pasar factura a nivel nacional”, siguió. “Estamos peleando con Podemos por ser el partido que más voto joven tiene. Es la franja en la que están en la pelea. El mensaje de reforma engancha en jóvenes y no tan jóvenes, pero especialmente dentro de los jóvenes, que no creo que estén contentos con cómo funciona España. A partir de ahí, habrá jóvenes que opten más por la ruptura y otros que opten más por la reforma”.

Podemos asume que el mensaje de Catalunya sí que es Pot, la candidatura que encabeza Lluís Rabell, es complicado, y sus dirigentes hacen equilibrios con el discurso territorial, sabiendo que lo que digan puede parecer demasiado atrevido en Madrid y demasiado tibio en Barcelona. No obstante, no han renunciado a disputar su voto en esa Cataluña que Pablo Iglesias califica de “Cataluña popular” y que a menudo se queda en la abstención y que en el pasado votaba socialista.

El líder del partido emergente recela de las últimas encuestas y confía en un resultado distinto. “Insisto en que es bueno no asentar realidades políticas a partir de las encuestas. Nosotros aspiramos a todo. Cuando hablamos del resto de actores políticos, les decimos lo mismo al PP, Ciudadanos y al PSOE que de alguna manera parece que les sobra la mitad de Cataluña. Y creo que por desgracia el mensaje de Ciudadanos es el mensaje del PP después de pasar por una clínica de cirugía estética y en el caso del PSOE, Sánchez trayendo la bandera más grande demostró que asume el discurso de Mas. Los socialistas no votan pensando en banderas”, afirmó a EL PAÍS el secretario general de Podemos.

En cualquier caso, todos los dirigentes de ese partido, que hace dos semanas desembarcaron en Cataluña, y el propio Rabell han dejado claro durante la campaña que buscan, principalmente el voto socialista y pretenden disputárselo no solo al PSC sino también a Ciudadanos. Ayer Iglesias estuvo en Tarragona, ciudad gobernada por el PSC, y hoy cerrará la carrera electoral del 27-S de Catalunya sí que es Pot en L’Hospitalet de Llobregat, en el cinturón metropolitano de Barcelona y en el mismo escenario, La Farga, que el miércoles acogió el acto del expresidente Felipe González.

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Creo que por desgracia el mensaje de Ciudadanos es el mensaje del PP después de pasar por una clínica de cirugía estética Pablo Iglesias

Podemos lleva recorriendo un “desfiladero estrecho” desde el inicio de la campaña. Ha aterrizado en un escenario político que no conocía. Su dirección quiso evitar el debate soberanista, pero finalmente se vio obligada a dirigirse a los ciudadanos que puedan sentirse atraídos por Junts pel Sí o por la CUP no porque sean estrictamente independentistas sino porque quieren lanzar un mensaje de rechazo a Mariano Rajoy.

El mensaje de Ciudadanos en esa comunidad es el mismo que motivó el nacimiento de la formación. Según los datos que maneja la Ejecutiva de Ciudadanos, mientras que PP y PSC concentran la mayor parte de su electorado entre mayores de 60 años, las dos formaciones emergentes se disputan el voto de los electores de entre 18 y 25 años que nunca han votado en unas catalanas. Quien lo capte, según aseguran, daría un salto decisivo en número de escaños. Los dos partidos también intentan atraer a los electores que votan socialista en las generales pero no se movilizan en las autonómicas. Algunas de las propuestas electorales que Arrimadas ha concretado en sus mítines bien podrían haber salido de la boca de Miquel Iceta, el candidato del PSC. En Barcelona, apelando a mejorar la inversión en cercanías y al voto de raíces andaluzas que se puede identificar con sus orígenes jerezanos y con los malagueños de Rivera. En Tarragona, prometiendo impulsar el corredor mediterráneo, con la conexión del puerto de Barcelona y el de Tarragona por ferrocarril. Y en Lleida recordando a ganaderos y agricultores que perderían las ayudas de la UE en caso de que se produjera la independencia.

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