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Iglesias asegura que “en ningún caso” irá junto a IU a las generales

Alberto Garzón, candidato de la federación, invita al líder de Podemos a “limar diferencias”

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. Al fondo, Manuel Espinar y Estefanía Torres.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. Al fondo, Manuel Espinar y Estefanía Torres. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. (EL PAÍS)

Pablo Iglesias aseguró este miércoles que “en ningún caso” Podemos concurrirá junto a Izquierda Unida a las elecciones generales previstas para el próximo otoño. El líder de la formación emergente intentó así zanjar un debate abierto desde las municipales del 24 de mayo al hilo del éxito de las candidaturas de “unidad popular” como la de Manuela Carmena en Madrid y la de Ada Colau en Barcelona.

Iglesias considera que la federación que encabezan Cayo Lara y Alberto Garzon tiene “un proyecto político agotado”, y la invitó a presentarse con su marca a esos comicios. “Creo que deberían hacerlo y que tendrían algunos votos”, afirmó en una entrevista en RNE. Este planteamiento, mantuvo, no choca con su idea abrir el partido a otras fuerzas. “Podemos no tiene que ser una fuerza política más, sino que tiene que ser un instrumento para el cambio, abierto a gente que no es de Podemos y que no quiera ser de Podemos, venga de donde venga”, aseguró en referencia a la posibilidad de concurrir a unas primarias.

La estrategia electoral de la formación, en cualquier caso, tiene excepciones. “En Cataluña, en el País Valencià y Galicia a mi me gustaría apostar por fórmulas en las que Podemos se pudiera encontrar con otros sectores políticos”, agregó, aludiendo al papel que desempeñan ICV, Compromís y Anova. En esos ecosistemas políticos, distintos, según el líder de Podemos, a los del resto de España.

Los dirigentes de Podemos llevan semanas defendiendo que su proyecto consiste en abrirse y reformular la política tradicional de alianzas, pero los miembros de la dirección rechazan diluir su marca con las siglas de otras fuerzas. Tras el 24-M, el secretario de Organización, Sergio Pascual, lanzó dos mensajes.  En primer lugar, aseguró que “los españoles podrán encontrar la papeleta de Podemos con su logo y su nombre en las elecciones generales”. Eso no es óbice, prosiguió, para que el partido “entienda que el momento político que vive el país hace necesario incorporar a gente que ha tenido una trayectoria de honradez y honestidad y que son imprescindibles para el cambio”. 

El pasado martes, otro dirigente, Rafael Mayoral, anunció que Podemos celebrará en julio un foro para "conectar y seducir" a la mayoría social, e invitar a distintos colectivos a que se sumen a su plan. Se tratará de jornadas con una treintena de debates sobre educación, vivienda, vida institucional y cambio político. De momento, no está cerrada la participación de cargos orgánicos de otras formaciones. 

Jarro de agua fría

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Izquierda Unida resiste el jarro de agua fría de Iglesias confiando en que Podemos acabará escuchando a la calle y en que las conversaciones con sus dirigentes y bases –que todavía no se han producido- podrán hacerles cambiar de parecer. “Si hay divergencias claras ahora mismo habrá que ir limándolas con mucho diálogo”, sostiene el candidato a La Moncloa por IU Alberto Garzón. Garzón e Iglesias se encontraron en la investidura de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid y quedaron en llamarse pronto.

En todo caso, IU seguirá tratando de construir la confluencia con otras fuerzas, aprobada en su Consejo Político por abrumadora mayoría, aunque Podemos decline formar parte de la eventual candidatura resultante. Este viernes, Alberto Garzón emprende un viaje de tres días en Galicia para mantener encuentros con las mareas, que han logrado el gobierno de ciudades tan importantes como A Coruña y Santiago de Compostela. “Nosotros creemos que todos somos necesarios, que Pablo es imprescindible pero también los compañeros de Anova, Equo, ICV…”, incide Garzón, que rechaza contestar a las duras palabras del líder de Podemos sobre IU, a la que considera un “proyecto político agotado”. “No voy a entrar en un rifirrafe Podemos- IU porque ahora lo importante es encontrar espacios cómodos de encuentro para cambiar el país. Nos equivocaríamos si en un momento en el que se juega el modo de vida de la gente entramos a pelearnos entre compañeros”, apunta Garzón. El joven dirigente (29 años) cree en su propio liderazgo y carisma político para enfrentarse a Iglesias, si es necesario, en las generales.

“Ya sabíamos que esto [el proceso de confluencia] sería una montaña rusa, con días de subidas y de bajadas”, confiesa Ramón Luque, secretario de Política Electoral. En el partido de Cayo Lara prefieren quedarse con el “único dato político” que se deduce de las palabras del líder de Podemos: que lo que ayer “era imposible”, esto es, que el partido de Iglesias se abriera a la confluencia con otras fuerzas, “hoy ya no lo es en al menos tres comunidades”. Ese es, entienden, un paso adelante; a partir de ahora habrá que seguir caminando. “No nos gustaría que Pablo cometiera los mismos errores que cometimos nosotros”, concluye.

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