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La baza de las TDT para cambiar la hostilidad en la televisión

El PP usará las nuevas licencias para lograr una relación menos conflictiva con los medios

Javier Casqueiro
Mariano Rajoy, en un acto de su partido en abril.
Mariano Rajoy, en un acto de su partido en abril. Uly Martín

La crítica interna y generalizada sobre la mala comunicación del Gobierno y el PP afecta tanto al equipo que comanda en La Moncloa la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría como el de Dolores de Cospedal en el partido. Ambas políticas, además, ni se han llevado bien estos años ni han conectado ni han sabido trabajar de manera conjunta con las mismas estrategias, concluyen todos los dirigentes consultados. Esta misma semana pasada, responsables de comunicación del PP y del Gobierno mantuvieron en un mismo día reuniones con los periodistas con mensajes mucho más que contradictorios.

Varios ministros y dirigentes del PP habían lamentado, durante la reciente campaña y los últimos meses, la mala relación que el partido mantiene con las dos principales cadenas de televisión privadas en España (Mediaset y Antena 3) y en especial con sus programas de tertulias políticas (en la Cuatro y la Sexta). El comentario se agravó cuando el propio Mariano Rajoy señaló hace una semana en Sitges a esos programas como los culpables de "martillear" a diario con sus casos de corrupción.

En el PP están convencidos de que sería un error presentarse así con este escenario mediático adverso a las generales, apuestan porque el presidente se implicará para variar esa situación y auguran que en la inminente negociación se usará incluso la baza de las nuevas concesiones de licencias de TDT para lograr una relación menos conflictiva.

El PP, además, ha decidido intensificar el giro que se produjo justo ahora hace un año cuando tomaron la decisión de volver a los platós de las tertulias televisivas y Cospedal y Carlos Floriano convocaron a una docena de sus dirigentes más aguerridos en la sede central del partido para dar las instrucciones.

El PP pasó los dos primeros años de la legislatura sin querer enviar representantes a las tertulias de televisión donde se han hecho fuertes los líderes de Ciudadanos y Podemos y donde la representación de sus ideas quedaba en posesión de periodistas o comunicadores afines que no daban una imagen moderna ni actual ni transmitían tesis oficiales. Eso también ha cambiado.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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