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elecciones generales

Corrillos, intoxicación y puyazos entre ministros

El ambiente entre los altos cargos es ya de final de etapa y temor a la derrota en las generales de noviembre

Javier Casqueiro

El mandato de Mariano Rajoy de estar “más próximo, cercano y comunicar más” se ha cumplido de inmediato. Lo dijo ante la ejecutiva del partido el lunes, y el martes y el miércoles los corrillos de ministros y dirigentes del PP con periodistas en el Senado y el Congreso se multiplicaron como los panes y los peces. Mucha más cercanía, también mucho ruido y poca información fiable. Se echaba en falta. En los últimos meses, los responsables de información del Gobierno y del PP casi presumían de evitar el contacto con los periodistas. El miércoles algún periodista veterano ironizaba: "¡Oh no, otro corrillo, casi prefiero que vuelvan a la anterior política de comunicación menos cercana!".

El ambiente político entre los ministros, además, está enrarecido y transmite un clima de final de etapa, de camino inexorable hacia la derrota, de luchas intestinas. Los asesores de los altos cargos se plantean ya abiertamente que por esta deriva, sin tomar nota del mensaje transmitido por los electores hace un año en las europeas (con la pérdida de 2,6 millones de votos), luego con el batacazo en las andaluzas (caída de 500.000 papeletas) y ahora con la debacle municipal (bajada de 2,5 millones de sufragios), el PP se dirige a una sonora e inexorable derrota en las generales de finales de noviembre y ellos al paro. Ellos son muchos cientos y están muy nerviosos.

En esa estrategia de justificar una posible salida de La Moncloa a la primera, con un presidente que no sea capaz de repetir mandato, los ministros empiezan a buscar y hallar culpables entre compañeros. Las puyas vuelan. Los más veteranos, cercanos a Rajoy, no entienden la política de comunicación y los enfrentamientos nada soterrados entre la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría y la secretaria general, Dolores de Cospedal: “Han estado más preocupadas las dos por salvar y cuidar su propia imagen en los medios de comunicación afines que en pensar y poner en marcha un plan común para la de todos, incluido el presidente”.

Otro ministro, del área económica, es aún más cáustico contra los barones territoriales que piden ahora autocrítica y renovación tras perder en sus feudos: “En cuatro años se han dedicado a reclamar y criticar al Gobierno, a desmarcarse e ir por su cuenta, a no fomentar una coordinación, y ahora se lamentan de que la baza de la recuperación no sea suficiente: al PP le vendrá bien esa regeneración”.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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