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El voto secreto, asignatura pendiente para los invidentes

Desde 2008 tienen a su disposición kits de voto accesible con los sobres en braille Solo sirven en elecciones generales y autonómicas

Alberto Daudén, este domingo, antes de ejercer su derecho al voto.
Alberto Daudén, este domingo, antes de ejercer su derecho al voto.

El voto secreto sigue sin ser un derecho pleno para los invidentes de España. Alberto Daudén es ciego, tiene 52 años y aprendió braille con solo seis. Este domingo ha ido al colegio Alhambra, situado al norte de la capital, acompañado por la voluntaria de la ONCE Nerea Oliva, de 29 años. Desde 2008 las personas con discapacidad visual tienen a su disposición kits de voto accesible con los sobres en braille para votar en secreto, pero solo sirven en elecciones generales y autonómicas. Para las municipales no hay papeletas en braille y es necesario que una persona de confianza les acompañe para introducir la papeleta que elijan.

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Daudén es doctor en Geografía e Historia, ha sido nadador paralímpico y en sus ratos libres toca la batería en un grupo. Actualmente trabaja en la Comisión Braille España. Cuando ha llegado a la mesa que le correspondía, el procedimiento para adquirir su kit de accesibilidad ha sido rápido: solo le ha hecho falta presentar el DNI porque el maletín se solicita con varias semanas de antelación. Los problemas han llegado cuando ha pedido una sala para abrir el kit y votar en secreto. Una vocal de la mesa, con cara de sorpresa, ha dicho que no habían previsto nada al respecto. Ha ido a buscar al presidente de otra mesa y éste le ha respondido que no sabía qué hacer, que iban a "improvisar algo". La primera solución que le han ofrecido ha sido la conserjería, pero tenía cristales que dejaban ver el interior. Tras varios minutos de espera en el pasillo, a Daudén le ha tocado votar en el cuarto del bedel, en una pequeña mesa junto a una fotocopiadora.

El kit de voto accesible es un maletín que contiene una guía de instrucciones en braille. Los sobres de las autonómicas están escritos también en ese lenguaje, pero la papeleta que llevan dentro no. El invidente lee el contenido del sobre y mete la candidatura elegida en un sobre normal. De esta manera nadie sabe que ha sido una persona con discapacidad visual la que ha votado.

Para las municipales, sin embargo, no hay papeletas en braille. El Gobierno asegura que es "técnicamente imposible" fabricarlas porque hay más de 8.000 municipios con elecciones y eso supondría un coste "inasumible". En la Comunidad de Madrid hay más de 9.000 personas ciegas con derecho a voto, según datos de la ONCE. Este año solo han pedido el kit de accesibilidad 149. Daudén afirma que puede deberse a varios factores: que muchos votantes son mayores que no saben braille o que sigue habiendo desinformación al respecto. "Me siento feliz por haber votado yo solo y en la intimidad. Pero sigue pendiente de superar la barrera de las municipales", ha señalado tras introducir los sobres en las urnas.

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