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Prisión para el expresidente del Castellón por asaltar a su pitonisa

José Luis Laparra ha aceptado una pena de seis meses por el ataque con el que intentó recuperar los 165.000 euros que había pagado por un conjuro de amor que no funcionó

El expresidente del Castellón, este miércoles, en Zaragoza.
El expresidente del Castellón, este miércoles, en Zaragoza.Javier Belver (EFE)

El expresidente del Club de Fútbol Castellón José Luis Laparra ha aceptado la pena de seis meses de prisión y una multa de 1.440 euros por asaltar, junto a otras tres personas, la vivienda de una pitonisa para quitarle los 165.000 euros que le había pagado por un conjuro de amor que resultó fallido. La pena le será impuesta tras el juicio que se ha celebrado este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 4 de Zaragoza, en el que el empresario ha aceptado ser condenado por allanamiento de morada y por ejecución arbitraria del propio derecho. Las otras tres personas que le acompañaron en el asalto han aceptado la misma pena, aunque tendrán que pagar la mitad de la multa, 720 euros cada uno. 

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El despecho por un amor no correspondido ha llevado al banquillo a un expresidente del Club de Fútbol de Castellón. El fiscal reclamaba para Laparra una pena de dos años y ocho meses por los tres delitos —allanamiento de morada, amenazas y realización arbitraria del propio derecho—  y la acusación particular subía la petición de condena a once años.  El elixir por el que supuestamente reclamó con tanta violencia consistía en lavarse con el agua en la que previamente, y durante 40 días, habían estado sumergidas unas flores. Después, debía recoger tierra de un cementerio y frotarse el cuerpo con ella.

Según el relato fiscal, el empresario valenciano, de 48 años, irrumpió —con otras cuatro personas— en la casa de la adivina en Magallón, una pequeña población situada a 60 kilómetros de Zaragoza. Los cinco entraron cubiertos con pañuelos y trapos para no dejar huellas. Laparra llevaba, además, una microcámara oculta en la solapa de su chaqueta.

Según la versión de la vidente, Laparra había mostrado interés por cerrar el trato, al precio que fuera, para conseguir que una mujer le correspondiera. Fue ella quien se puso en contacto con él, a través de una conocida. El conjuro no hizo efecto y el exdirectivo decidió recuperar su dinero. El empresario dio otra versión: "Hice una inversión en la empresa que se dedicaba al tarot y a los rituales. De ahí a que yo haya pagado 165.000 euros por amor es una barbaridad".

El día del asalto a su casa, la vidente, Lucía M. G., se escondió debajo de una cama y alertó a la Guardia Civil. Mientras tanto, su padre intentó llegar a un acuerdo con los asaltantes. Los agentes llegaron al domicilio de la pitonisa y sorprendieron en su interior a tres hombres y una mujer. Uno de ellos tenía en su poder 22.500 euros en efectivo. Al inspeccionar el inmueble, la Guardia Civil localizó 145.000 euros: dentro de una bolsa bajo el mantel de una mesita, en una cómoda y en dos habitaciones.

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La Guardia Civil detuvo a Laparra, a su amiga Carmen Felicidad G. G., al marroquí Youssef L., a Juan José R. F. y a J. A. R. Este último, que condujo el vehículo en el que el grupo se trasladó hasta Magallón, fue acusado de usurpación de funciones, al haberse hecho pasar por agente de la autoridad. Las cinco personas —entonces detenidas y luego puestas en libertad con cargos— fueron imputadas como presuntas autoras de allanamiento de morada, amenazas con arma de fuego, extorsión y pertenencia a grupo criminal.

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