Vote decencia
Solicitar al lector que vote decencia es prevenirle de que sólo así podrá después exigir un comportamiento acorde
Apelaciones al elector utilizando la segunda persona, la del tuteo. Vota cambio, vota estabilidad, vota recuperación, vota agradecimiento. De acuerdo, pero sobre todo, estimado lector, me atrevo a decirle, recuperando la distancia crítica de la tercera persona, defínase contra el latrocinio, vote decencia. Hay costumbres distintas según los países. Aquí los periodistas y los medios de comunicación por lo general se abstienen de pedir el voto a favor de un candidato o de una fuerza política. Sus trayectorias indican sin equívocos cuál es la opción que respaldan pero renuncian a formular la petición explícita del voto.
Estimado lector, me atrevo a decirle, recuperando la distancia crítica de la tercera persona, defínase contra el latrocinio, vote decencia
Ese es el comportamiento habitual del que ha discrepado, quién, imbuido del proceder norteamericano y después de conversar con el juez Sirica, se erigió en principio y fin del periodismo y de la democracia española. De ahí que se inaugurara con “Landelino Lavilla, ha nacido un líder”, “Mi voto por Landelino”, y otros votos por el Partido Reformista, el PP o UPyD. Sólo las campañas inicuas en contra de un partido son capaces de alterar la balanza electoral, pero los pronunciamientos a favor de unos colores permiten reclamar después parte del botín de la victoria. El propósito es que los ganadores se sientan deudores y paguen.
Solicitar al lector que vote decencia es prevenirle de que sólo así podrá después exigir un comportamiento acorde. Cualquier otro voto inhabilita a quien lo emite para quejarse después. Porque, quienes se han prevalido de sus cargos para llevarse el dinero a sus bolsillos o llenar los de los afines o amiguetes, consideran que si las elecciones les dejan a salvo quedan eximidos de las responsabilidades políticas que les eran exigibles. Repetimos, vote decencia el próximo domingo 24 de mayo. Vale.
