_
_
_
_
_

La Operación Púnica revela el descontrol de los municipios

Cifuentes y Aguirre muestran “vergüenza” y “bochorno” al conocer la fortuna que Granados oculta en el extranjero

Francisco Granados.
Francisco Granados.Claudio Alvarez

La Operación Púnica, cuyos tentáculos afectan a 46 municipios de la Comunidad de Madrid, ha puesto de manifiesto la ausencia de los adecuados controles en la fiscalización de las cuentas de los Consistorios, según fuentes de la investigación. Y también la necesidad de que haya una fiscalización previa de los denominados contratos menores (inferiores a 18.000 euros). Otro dato que arrojan las pesquisas es el descontrol e impacto negativo de la gestión del suelo público en muchos Ayuntamientos, según los mismos medios, que opinan que deberían aumentar los controles sobre la gestión del suelo y las contratas menores.

El caso estalló a fines de octubre con la detención de medio centenar de empresarios y cargos públicos. Entre ellos, seis alcaldes, el expresidente de la diputación de León, y, como cabecilla, Francisco Granados, exalcalde de Valdemoro, ex secretario general del PP regional y uno de los hombres clave del Gobierno de la expresidenta de Madrid Esperanza Aguirre, ahora candidata del PP a la alcaldía.

El PAÍS avanzó ayer que la investigación de la red Púnica ha descubierto en el extranjero cuentas de Granados y su amigo y socio David Marjaliza (ambos presos) que suman 11 millones (siete en Suiza y cuatro en Singapur). Parte del dinero de Singapur retornó a España. Con ese dinero se han adquirido obras de arte en operaciones que los investigadores tachan de blanqueo de capitales.

El sumario de la red Púnica ha desvelado, además, la capacidad de los cabecillas de la trama para ladear el declive económico del ladrillo, hasta entonces su primer granero, y sacar después tajada de nuevas oportunidades a través de Ayuntamientos y Administraciones públicas. Granados tenía ascendencia política sobre la gran mayoría de los alcaldes de la región, sobre todo los del PP. Es cuando surge Cofely, una filial de la multinacional francesa GDF Suez que ofrece servicios de eficiencia energética a los municipios.

En plena crisis, esta firma vendía servicios para ahorrar energía, por lo que numerosos Ayuntamientos empezaron a contratar con Cofely, siempre bajo la sombra de Granados y Marjaliza. Las contratas de Administraciones y Ayuntamientos relacionadas con la red sumaban inicialmente 250 millones de euros. La abundante documentación requisada después por los investigadores tras estallar la operación revela que el importe total de las contratas es el doble, en torno a 500 millones de euros, según avanzó ayer la cadena SER.

Tras conocerse por EL PAÍS que Granados y Marjaliza han logrado amasar en el extranjero 11 millones de euros, las dos principales candidatas del PP de Madrid criticaron con dureza a su antiguo compañero de partido. Aguirre, que fue quien lo elevó a su Gobierno y lo convirtió en secretario general del PP madrileño, expresó su “rechazo y bochorno” por los millones que este comparte con Marjaliza en el extranjero. Preguntada al respecto, señaló: “Me parece fatal. ¿Qué me va a parecer?”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Aguirre, que durante años utilizó los escenarios que levantaba para sus actos la trama Gürtel, en la que está implicado el que fuera otro de sus hombres de confianza, Alberto López Viejo, recordó ayer que fue ella la que destituyó a Granados hace cuatro años. “Nunca fue mi amigo ni una persona de mi confianza”, señaló. Añadió que le conoció siendo alcalde de Valdemoro (Madrid), cuando era el único municipio del sur gobernado por el Partido Popular.

Más dura aún con Granados se mostró la candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. “Me produce auténtica vergüenza haber compartido militancia con una persona que parece ser que tiene no sé cuantos millones de euros repartidos por cuentas en Suiza y en Singapur y no sé donde más”, señaló en una entrevista a Servimedia. Y añadió: “Creo que los políticos estamos en política para servir a los ciudadanos, no para servirnos de los ciudadanos y, por lo tanto, creo que hay que tener tolerancia cero frente a la corrupción: primero tratando de evitar que se produzca y luego, si se produce, actuar con toda contundencia”. 

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_