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El PP pierde siete mayorías absolutas y solo la mantiene en Castilla y León

Los populares ganan en Valencia y Madrid pero necesitarán pactos con otras fuerzas, según el CIS

El panorama de elevada fragmentación de los Parlamentos autónomos que auguran los estudios preelectorales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) prefigura una rutina política hasta ahora prácticamente inédita. Tras el 24 de mayo, las dos principales formaciones, PP y PSOE, se verán abocadas a buscar alianzas estables o acuerdos puntuales con Podemos y Ciudadanos, que, aunque fracasan en su objetivo —acabar con el bipartidismo—, sí irrumpen en todas las instituciones, en algunos casos como segunda o tercera fuerza.

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Salvo en Castilla y León, donde el veterano barón popular Juan Vicente Herrera conserva la mayoría absoluta, en el resto de comunidades el CIS arroja un tablero que obliga a todos los partidos a dialogar y a pactar. El principal inconveniente de la política de alianzas, según asumen todos los líderes, son los tiempos. Las elecciones autonómicas y municipales se celebran tan solo unos meses antes de las generales previstas para otoño, una circunstancia que les forzará a retratarse antes de lo deseado. Populares y socialistas sufren el desgaste del bipartidismo con una tendencia generalizada a la baja, pero la formación más afectada es el PP, que pierde siete mayorías absolutas. Mientras tanto, los partidos de Pablo Iglesias y Albert Rivera, que hasta el momento han evitado apoyar la investidura Susana Díaz al frente de la Junta de Andalucía, afrontarán una situación similar en casi todas las autonomías.

María Dolores de Cospedal obtendría en Castilla-La Mancha el mayor número de parlamentarios (14-15), a dos o tres de la mayoría absoluta, fijada en 17 escaños tras la reforma electoral impulsada por la propia número dos del PP, que redujo los diputados a 33. El PSOE de Emiliano García-Page obtiene el mayor porcentaje en estimación de votos— por un par de décimas— y le pisa los talones con 13 escaños. Ciudadanos y Podemos entran por primera vez en el Parlamento castellanomanchego; el partido de Rivera, con 3-4 diputados, será el árbitro. El de Iglesias obtiene 2.

También la candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, con 48 o 49 parlamentarios, necesitaría los 22 escaños de Ciudadanos para gobernar. Mientras tanto, el PSOE, con Ángel Gabilondo peleando por el sillón de la Comunidad, se sitúa en segunda posición con 27 o 28 escaños (20% de apoyos), unos ocho o nueve menos de los que tiene ahora. Ese descenso se debe, al menos en parte, a la irrupción de Podemos, cuyo aspirante, José Manuel López, logra 24 asientos seguido por el candidato del partido de Rivera, Ignacio Aguado.

Una situación similar se produce en la Comunidad Valenciana, donde el PP incide en su derrumbe, pero, como novedad, podría mantener el poder si, en el escenario de su horquilla alta (33-35 diputados) lograra alcanzar un pacto con Ciudadanos. Enfrente, quedaría una izquierda plural que para gobernar, más allá de solucionar los inconvenientes que alejan a las distintas organizaciones, necesitaría también confirmar su horquilla alta. El PSPV-PSOE (22-23 escaños) podría aglutinar una mayoría (50 diputados) si suma los 19 de Podemos y los 7-8 de Compromís.

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En Extremadura, el PSOE de Guillermo Fernández Vara ganaría las elecciones con 26-28 diputados, y podría gobernar con el apoyo de Podemos, que logra 8 escaños. Juntos sumarían como mínimo 34 parlamentarios, uno más que la mayoría absoluta (33 escaños). El PP de José Antonio Monago, que en la última legislatura ha gobernado con el apoyo de IU, sería la segunda fuerza (24-26 diputados) y Ciudadanos la cuarta, con 4 parlamentarios. Izquierda Unida se queda al filo de entrar en el Parlamento regional, entre 0 y 2 diputados. Según el barómetro, el apoyo de Ciudadanos, por el contrario, no sería suficiente para permitir un Gobierno de Monago.

En Asturias los ciudadanos trasladan, según el CIS, una victoria de la izquierda pese a la fragmentación del Parlamento autonómico. La hipotética suma de los parlamentarios del PSOE (13) y Podemos (10) tendría la mayoría suficiente para gobernar. No obstante, pese a que la dirección nacional de los socialistas ha dado a sus barones libertad para decidir su política de alianzas, el actual presidente del Principado, Javier Fernández, siempre ha visto con recelo un acercamiento al partido de Pablo Iglesias, cuyo aspirante es Emilio León. En cualquier caso, las otras opciones de Fernández tampoco parecen viables, puesto que el líder autonómico del PSOE debería pactar con el PP o, conjuntamente con IU, Ciudadanos y Foro, que se desploma. Otra hipotética alianza podría unir a populares, Ciudadanos y el partido que fundó Cascos.

Los 23-24 diputados que lograría Luisa Fernanda Rudi en Aragón también obligan a la dirigente popular buscar el apoyo de Ciudadanos y del PAR, con el que tendría garantizada su permanencia en el Gobierno. En cambio, la suma de PSOE, Podemos, IU y la Chunta Aragonesista (Cha) no lograría la mayoría absoluta. El parlamento aragonés queda atomizado en siete partidos.

La entrada en el tablero de dos nuevas fuerzas, Podemos y Ciudadanos, rompe también los esquemas del PP en La Rioja. Los populares, que tienen 20 escaños, pierden la mayoría absoluta y se desploman hasta los 15-16. Un escenario técnicamente parecido se da en Baleares, donde el PP de José Ramón Bauzá ganaría pero perdería la mayoría absoluta al pasar de 35 a 19 o 20 escaños. PSOE y Podemos entran en la Cámara de las islas, respectivamente, como segunda y tercera fuerza.

La posibilidad de una alternancia en el Gobierno de Murcia solo existe si toda la oposición se alía en una gran coalición. En esta comunidad, el PP logrará 21-22 escaños —frente a su actual mayoría absoluta, con 33— y será la primera fuerza con el 41% de la intención de voto, según la encuesta del CIS. Pero su desplome abre las puertas a un pacto de PSOE, Podemos y Ciudadanos para arrebatarle la presidencia. En Navarra, UPN sufre un duro desgaste y, pese a mantenerse, podría perder el Gobierno si Podemos, segunda fuerza, logra coaligarse con formaciones nacionalistas y abertzales.

En Cantabria los populares pierden la mayoría absoluta y caen hasta los 13-14 escaños —en comparación con los 20 que ostentan actualmente—, aunque se mantienen como primera fuerza. El Partido Regionalista de Cantabria (PRC) seguirá en segunda posición con 8-9 diputados.

Los primeros días del trabajo de campo de la encuesta que este jueves ha difundido el CIS coincidieron con las elecciones en Andalucía, donde irrumpieron Ciudadanos y Podemos, unos resultados que acabaron con las mayorías absolutas; la crisis interna de UPyD, en medio del trasvase de filas al partido de Albert Rivera; el cierre de la instrucción del caso Bárcenas, con el PP acusado de responsable civil subsidiario por delito fiscal; y el desfile de los aforados socialistas en el Tribunal Supremo por el caso de los ERE.

El trabajo de campo se ha realizado en fechas muy similares a las de hace cuatro años, entre mediados de marzo y mediados de abril, es decir, antes de que se difundiera la investigación por blanqueo de capitales al exvicepresidente Rodrigo Rato, detenido el 16 de abril mientras registraban sus despachos y domicilios. Tampoco se conocía la reciente dimisión del número tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, en medios de críticas.

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