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“Es triste que Rosa se deslice por la paranoia”

El ex diputado autonómico de UPyD analiza su expulsión

J. J. M.
Ignacio Prendes, en una imagen de archivo.
Ignacio Prendes, en una imagen de archivo. José Luis Cereijido (EFE)

Ignacio Prendes (Gijón, 1965), hasta ahora diputado autonómico y candidato a la presidencia de Asturias de UPyD, fue expulsado del partido el jueves por convocar una asamblea en la que se votó el acercamiento a Ciudadanos y por permitir que su secretaria fuera la representante del partido de Albert Rivera ante la junta electoral, según la versión de la dirección. El político, que ha fundado la plataforma Encuentro, negocia ahora la formación de una candidatura conjunta que una a los críticos de UPyD con Ciudadanos.

Pregunta. ¿Será usted el candidato de Ciudadanos a presidir Asturias?

Respuesta. Yo no me voy a afiliar. No procede. Solicité presentar una lista conjunta, con lo mejor de UPyD y lo mejor de Ciudadanos, y en ella estaré como mejor sirva a la construcción de ese proyecto. Tenemos que buscar las herramientas electorales para construir la tercera vía.

Si no se le puede preguntar una cuestión crucial a los afiliados, ¿en qué partido estamos?

P. ¿Sí o no?

R. Las opciones están abiertas. No es una salida individual, es colectiva, buscada y querida por la mayoría de los afiliados. Las salidas personales e individuales hubieran sido seguramente más sencillas que este camino. Si llegamos a acuerdos políticos, existe esa posibilidad [de ser candidato].

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P. Rosa Díez, portavoz de UPyD, ha escrito sobre usted: “Se dedicó los últimos meses a montar desde dentro de UPyD una red para minarnos como partido, quedarse con las siglas y entregárselas a Rivera”.

R. Me produce una enorme tristeza que Rosa se deslice por esa paranoia. Me llama poderosamente la atención que un partido cuyo primer lema fue ‘lo que nos une’ se haya convertido en un partido que hace gala de la exaltación de lo que nos separa. Se ha convertido en una herramienta inservible para los ciudadanos.

P. Irene Lozano, que hará oposición presentando una lista alternativa en el Congreso Extraordinario de este verano, dice que usted es parte del ADN de UPyD.

R. Fui expulsado de forma sumarísima, por correo electrónico, por consultar a mis compañeros su opinión sobre la crisis del partido y la posibilidad de un acercamiento a Ciudadanos para un acuerdo electoral.

P. Pero el consejo político ya había apoyado mantener la autonomía de la formación.

R. Si no se le puede preguntar una cuestión crucial a los afiliados, ¿en qué partido estamos? En el consejo político había representados tres asturianos y yo quería escuchar la opinión de todos. Escúchese a los afiliados, esa es la política con la que se construyó el partido, justo para olvidar los partidos viejos de aparato férreo. No se construyó UPyD para que acabara siendo un partido del siglo XX, casi del XIX. Era consciente de a qué nos enfrentábamos. La política no se construye con reglamentos, estatutos y sanciones. Fue una asamblea absolutamente legal, que se trató de torpedear por todos los medios por la dirección. Cuando un partido se enroca en una visión paranoica, de nada sirven los estatutos.

P. Ciudadanos apenas tiene estructura en Asturias. Si ahora suma tantos afiliados de UPyD, ¿no están contribuyendo a crear un partido artificial o a una nueva forma de transfuguismo?

R. En absoluto. Hablamos de lo contrario, de construir un proyecto de futuro para dotar de una herramienta a una tercera vía. En ese espacio hay miles de asturianos y millones de españoles. No es nada transitorio ni personal.

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Sobre la firma

J. J. M.
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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