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IU constata la dificultad de competir con Podemos a corto plazo

La formación encarga un informe que detecta problemas de conflictividad interna La figura de Alberto Garzón, bien valorada, gana la batalla del liderazgo

Francesco Manetto
El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón.
El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón. Jorge Zapata (EFE)

Izquierda Unida (IU) asume la dificultad de competir con Podemos a corto plazo y constata que tiene una “imagen de partido conflictual y descohesionado que impide a su vez que sea capaz de adaptarse al contexto y que se posibiliten cambios en la estructura orgánica”. Esa es una de las conclusiones del estudio encargado por el partido de Cayo Lara y Alberto Garzón en vísperas de la debacle electoral en Andalucía el 22-M. La dirección se ha volcado en buscar una estrategia para tratar de salvarse en las urnas ante un horizonte con muchas amenazas y alguna oportunidad.

El informe —elaborado por la consultora Andaira con un trabajo de campo en Madrid, Sevilla, Valencia, Barcelona y Coruña— concluye además que su estrategia de comunicación se percibe con dificultades para “conectar con la gente”, mientras que “en un momento en el que la economía es determinante, la poca credibilidad de las propuestas en materia económica supone una limitación al voto”. Otra de las "debilidades" apuntadas por el estudio —de carácter cualitativo y llevado a cabo a través de grupos de discusión formados por votantes del PSOE, Podemos, IU y abstencionistas— es que la “percepción de falta de consenso interno sobre Alberto Garzón [candidato a la presidencia del Gobierno] puede hacer que no resulte creíble y se [le] interprete como una operación estética de regeneración”. A pesar de ello, Garzón obtiene una muy buena valoración global y gana la batalla del liderazgo frente al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, al que se le considera “una figura de marketing diseñada políticamente, muy medida e intelectualizada”, y con una personalidad que se caracteriza por la “soberbia”. “A Garzón”, en cambio, “se le atribuye mucha más autenticidad, que automáticamente genera un mayor nivel de confianza en la figura”.

Oportunidades. fortalezas y debilidades

- La posición de IU en el espacio político, la decadencia del PSOE y la coyunturalidad de Podemos.

- El capital político de IU y un liderazgo renovado y bien valorado.

- Una imagen de partido conflictual y cierta inviabilidad de las propuestas económicas.

En cualquier caso, ante el auge de Podemos, que en las elecciones andaluzas acabó ocupando el espacio politico de IU, “la principal amenaza es la dificultad de competir electoralmente con Podemos en un ciclo corto de tiempo”. “El voto de Podemos se identifica con el voto del cambio que representa una de las expectativas políticas más arraigadas en la ciudadanía en la actualidad”, señala.

La interpretación de la dirección de IU ve precisamente en el momento político de cambio, que se explica sobre todo por el rechazo generalizado al funcionamiento de la política, una de sus principales oportunidades. Así, a IU no se la identifica como parte del llamado “régimen del 78” y “no se la asocia de manera directa con el bipartidismo, por tanto, puede desempeñar diversos roles en el nuevo escenario”.

Aun así, según este estudio, una iniciativa sin precedentes con el objetivo de recabar la fotografía de IU en el imaginario de los electores de izquierdas, no se contempla una remontada de IU por sí sola con sus siglas. “Algunos optan por la desaparición, otros relegan el papel de IU a un espacio marginal, y otros apuestan por la conciliación de ambas fuerzas políticas”, en referencia a Podemos. Precisamente esas son las cuitas que sobrevuelan la formación desde el nacimiento de Podemos y que se han extendido a todos los debates sobre la constitución de candidaturas de unidad popular.

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Las ventajas electorales para la federación de izquierdas, en cambio, giran en torno la “buena valoración de la gestión local” y a una percepción de Podemos como “una fuerza coyuntural”, una circunstancia que proyecta a esa formación “más como una herramienta para el cambio que para la representación a medio plazo”.

Este diagnóstico demuestra, en palabras de Ramón Luque, responsable de la Secretaría de Política  Electoral que ha coordinado el estudio, que IU “no ha alcanzado aquellos objetivos de refundación” que se proponía. Por el contrario, cree que la sociedad valora a la formación como fuerza de Gobierno, sobre todo en el contexto de las próximas elecciones municipales. Luque califica de “urgentes” las tareas de la dirección para “corregir la acción electoral y el mensaje de IU sin que esos paradigmas puedan cambiar de la noche a la mañana”. “Asumimos esa tarea como un reto a medio plazo”, asegura.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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