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“Me he cambiado de bando...”

C's aspira a aprovechar los votos que, según las encuestas, ha perdido el PP con respecto a 2012

Juan José Mateo
Albert Rivera, rodeado de simpatizantes a la salida del acto.
Albert Rivera, rodeado de simpatizantes a la salida del acto. PEPE TORRES (EFE)

El aforo era de 900 personas, pero entraron 1.200 y se quedaron unas decenas a las puertas. Ocurrió el sábado en un hotel de Granada, segunda parada del tour electoral en Andalucía de Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, y Juan Marín, candidato de su partido a la presidencia de la Comunidad. Los espectadores sin silla se apoyaron contra paredes y columnas. Hubo cabelleras plateadas, pero no fueron excepcionales las familias al completo, padres y niños juntos, de bebés en adelante; ni los adolescentes. Coincidiendo con los estudios sociológicos, entre los asistentes que antes tenían otra preferencia abundaron los que solían votar al PP. Como dijeron fuentes del partido en Andalucía: “C’s es una reacción de la sociedad civil. Quizás haya un mayor acercamiento del centro derecha que de otros ciudadanos, una tendencia, pero lo que hay es una gran cantidad de españoles que no son ni del PP ni del PSOE, sino que les han votado en unas circunstancias determinadas. Hay que reconocer que de IU y Podemos no tenemos gente que se acerque”.

“Es la primera vez que voy a poder votar, y mis padres siempre lo han hecho por el PP”, explicó Laso, de 18 años “recién cumplidos”. “Como veo que siempre ha habido un bipartidismo muy claro, y no me siento muy identificado con Podemos, esta es una buena opción para el cambio, no solo político, sino humano”, siguió. “PP y PSOE son partidos para gente más mayor, que no solucionan los problemas de los jóvenes, al menos en Andalucía”, se despidió. “Lo que me gusta es que quiera abrir las listas, que un imputado no pueda ir en sus listas y que quiera extenderlo al resto de partidos, además de reactivar la separación de poderes, que está tocada”, le continuó Arturo, de 20 años. “Son propuestas interesantes y lógicas. Como no hay otro partido que las proponga, me gusta Ciudadanos”.

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“Yo he cambiado de bando”, le continuó Laura, una treintañera que llevaba de la mano a su hija de tres años. “No es la primera vez que vengo a un mitin, porque yo era de los Populares. Me convence más este partido (que el PP) porque es joven, porque es emprendedor”. Como ella, muchos padres jóvenes ocuparon la mañana del sábado en escuchar a Rivera, que sabe que en los resultados de su partido será clave su capacidad para absorber los votos que, según las encuestas, perderá el PP frente a 2012. “Hemos venido a nuestro primer mitin porque estamos cansados de la corrupción en Andalucía y queremos cambiar”, dijo Sonia, en la cuarentena, mientras vigilaba a sus dos hijas pequeñas, sentadas pacientemente sobre una mesa. “A veces he votado por el PP, a veces por otros”, cerró.

“Nosotros hemos visto la trayectoria de Albert Rivera, desde que estaba solo, solo, solo, en Cataluña, defendiendo España y el español, y eso nos llamó la atención. Siempre fuimos votantes del PP y ahora tenemos muy claro que vamos a cambiar”, dijeron Arturo y Gloria, una pareja que ya cumple los sesenta y que con C’s ha celebrado los dos primeros mítines de su vida, señal de la capacidad de movilización del líder catalán. “Es ilusionante”, añadieron. “Tienen el valor de la honestidad y de que el voto de cada ciudadano cuente realmente”, dijo ella.

“Es una opción que necesitaba el país, porque sin ser antisistema sí es rompedora. Ya está muy trillado lo del bipartidismo”, argumentó Carlos, un sexagenario que acudió solo. "Yo siempre voté a un lado y al otro del centro". Todos escucharon las propuestas de Rivera. Entre otras, limitar a ocho años (dos mandatos) la presidencia autonómica y gubernamental. Reformar la ley electoral para que las primarias sean obligatorias en todos los partidos. Y prohibir la presencia de imputados en las listas electorales.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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