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El Rey presenta a España como un aliado sólido y fiable de África

Felipe VI coincide con Al Sisi en la necesidad de una lucha conjunta internacional contra el terrorismo

Miguel González
Felipe VI cumplió 47 años en Adis Abeba (Etiopía).
Felipe VI cumplió 47 años en Adis Abeba (Etiopía).EFE

El Rey ha presentado este viernes a España ante los líderes africanos, reunidos en la 24ª cumbre de la Unión Africana (UA) que se celebra en Addis Abeba (Etiopía), como una “nación aliada, sólida y fiable” que ha hecho “una firme y decidida apuesta por el continente africano”. La “apuesta integral” de España por África, ha explicado, se basa en “tres pilares fundamentales”: apoyar “soluciones africanas” para los conflictos armados que desgarran el continente, “contribuir al avance de la democracia y los derechos humanos”; y promover una “asociación económica” para la prosperidad de los africanos.

Felipe VI se ha dirigido a los mandatarios en la cena que les ha ofrecido el anfitrión de la cumbre, el primer ministro etíope Hailemariam Desalegn. Ha sido la primera vez que un jefe del Estado español ha acudido a una cumbre africana –aunque ya estuvieron como invitados el presidente Zapatero en 2010 y Rajoy en 2013--- y también el primer viaje del nuevo rey al África subsahariana desde su proclamación, el pasado 19 de junio.

Tras agradecer a los países africanos el “apoyo mayoritario” que dieron a la candidatura española al Consejo de Seguridad de la ONU, ha prometido que durante los próximos dos años África tendrá un cuarto asiento en el órgano decisorio de Naciones Unidas, el que ocupa a España. Y también ha prometido renovar el acuerdo con la UA suscrito en 2009 por Zapatero, que ha llevado a donar 23 millones en ayuda directa y ha convertido a España en el primer donante bilateral de la organización.

Los dramas que azotan África han planeado sobre la cumbre. Los asistentes son sometidos a un control de temperatura a la entrada, por temor a la epidemia de ébola que ha devastado Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry; y lo primero que hizo el Rey al reunirse con el presidente egipcio, el mariscal Abdelfatah Al Sisi, fue darle sus condolencias por las víctimas de la cadena de atentados en El Sinaí. Ambos coincidieron, según fuentes de la Casa Real, “en la necesidad de una lucha conjunta internacional contra el terrorismo”. Más tarde, en su discurso, insistió en que “desafíos como el extremismo, la intolerancia y la barbarie amenazan la seguridad de todas las sociedades”. No hubo, según las mismas fuentes, referencias al respeto a los derechos humanos y las libertades por el régimen egipcio.

El Rey sí expresó a Al Sisi, con quien mantuvo la entrevista más larga, la voluntad española de tener una mayor presencia económica en el país y trabajar, desde el Consejo de Seguridad, por el desbloqueo del proceso de paz en Oriente Próximo. Un propósito que trasladó también al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien le dio el pésame por el casco azul español muerto por un bombardeo israelí en Líbano y le agradeció el compromiso de España con las misiones de paz de Naciones Unidas. También se reunió con la presidenta de la Comisión Africana, Nkosazana Dlami-Zuma, y con el primer ministro etíope, aunque no pudo hacerlo con el presidente sudafricano, Jacob Zuma.

La ronda de entrevistas bilaterales incluyó también al presidente tunecino, Béji Caid Essebsi, con quien analizó la situación en la zona, y el mauritano Mohamed Uld Abdelaziz, con quien abordó la colaboración en materia de seguridad, terrorismo e inmigración.

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Cumpleaños en Addis Abeba

M. G., Addis Abeba (ENVIADO ESPECIAL)

Lo apretado de la agenda dejó al Rey sin almorzar el día de su 47 cumpleaños. Entre cita y cita apenas tuvo tiempo para algún un sándwich. Parecía que el encuentro con la reducida colonia española —un centenar de cooperantes, misioneros y funcionarios— en la residencia del embajador sería el momento idóneo para recibir las felicitaciones de sus conciudadanos, a miles de kilómetros de casa. Pero el minuto de silencio, en recuerdo al casco azul español muerto en Líbano, con el que se abrió la recepción, dejaba poco ánimo para celebraciones.

Así que don Felipe se convirtió en la estrella de la cena que el primer ministro etíope, Hailemariam Desalegn, ofreció en un lujoso hotel de la capital a los jefes de Estado y Gobierno asistentes a la cumbre africana. No solo pronunció un discurso en el que alternó inglés y francés para despedirse en amárico, el idioma ancestral de Etiopía, sino que su anfitrión lo colmó de elogios y acabó recordando que era su onomástica.

Los invitados prorrumpieron en aplausos y, tras el discurso, una tarta grande de crema y fresa —con la inscripción Feliz Cumpleaños en español— apareció en el salón mientras un cuarteto de cuerda interpretaba el cumpleaños feliz. Don Felipe cortó el pastel y saludó entre azorado y agradecido. Los africanos saben apreciar los gestos de amistad y el Rey que vino a pasar un día tan señalado con ellos se los metió en el bolsillo.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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