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PP y PSOE tratan de evitar que se compare a España con el caso griego

El Ejecutivo espera que Atenas “cumpla con sus compromisos” Los populares lanzan un duro ataque a Syriza Los socialistas marcan distancias con el Pasok

Pablo Iglesias, en la rueda de prensa de Podemos este lunes en Madrid.
Pablo Iglesias, en la rueda de prensa de Podemos este lunes en Madrid.Carlos rosillo

El Gobierno ha vivido como una gran decepción la derrota de su socio en Grecia, Andonis Samarás, al que Mariano Rajoy visitó en plena campaña electoral en un viaje sorpresa. Sin embargo, el Ejecutivo sabe que Alexis Tsipras es a partir de ahora un primer ministro con el que tendrá que negociar en Bruselas y este lunes optó públicamente por la diplomacia. Rajoy envió un telegrama de felicitación al vencedor en el que le pedía un Gobierno “comprometido con el proyecto de integración europea” y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, evitó hablar de mala noticia aunque sí dijo que el Ejecutivo confía en que el nuevo Gobierno griego “va a cumplir sus compromisos”. Grecia debe a España 25.000 millones de dos rescates.

"Si Otegi está feliz, no podemos estarlo los españoles", dice González Pons

Por la noche, durante una entrevista en Telecinco, el presidente insistió en esa idea y defendió el bipartidismo como garantía de estabilidad frente al auge de formaciones que han surgido impulsadas, según reconoció, por la crisis económica europea. “Los partidos tradicionales son los que han hecho grande a Europa”, aseguró Rajoy, para defender que es en las naciones con un sistema bipartidista donde “hay mayor nivel de bienestar y riqueza, funcionan bien; en otras hay caudillos que no solucionan los problemas”. Rajoy aseguró que el nuevo Gobierno griego “debe cumplir los compromisos” adquiridos con la UE por los anteriores ejecutivos helenos. “Criticar es fácil pero gobernar no, ahora vamos a ver como gobierna Syriza, le deseo lo mejor”, dijo el presidente.

Rajoy utilizó la técnica de mandar al PP a cargar contra Syriza, y este fue durísimo. Esteban González Pons, vicesecretario del PP y líder del Grupo Popular en el Parlamento Europeo, sacó durante una rueda de prensa en la sede central del partido una imagen con un tuit de Arnaldo Otegi, el que fuera líder de Batasuna, ahora en la cárcel, en la que celebraba la victoria: “Felicidades Syriza, nuestra sonrisa como arma de seducción masiva e indestructible”. Si Otegi está contento, aseguró González Pons, “para la democracia tiene que ser como mínimo preocupante”. “Si Otegi está feliz, no podemos estarlo los españoles”, insistió.

González Pons trasladó una visión muy oscura del resultado de las elecciones griegas. No solo ha ganado la “extrema izquierda”, sino que además “la extrema derecha, los nazis” de Aurora Dorada son la tercera fuerza. Por eso hizo un llamamiento a defender el centro político tanto en Grecia como en el resto de Europa y en España y los dos grandes partidos que dominan la escena europea y también la española desde 1977.

“Tenemos dos partidos que son responsables de todo lo bueno y malo que nos ha pasado. Mantener estable el centro político es patrimonio y deber de la democracia española”, aseguró el dirigente del PP. “En España tiene que seguir existiendo centro político para evitar el triunfo de los extremistas. El ascenso de Podemos se debe a la crisis profunda de la izquierda y el PSOE se equivoca al competir con Podemos para ser más Podemos”.

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"El Pasok paga por haber apoyado a la derecha", sostiene el PSOE

González Pons también dijo que España no es Grecia, porque su prima de riesgo ronda los 830 puntos y ha necesitado dos rescates de la troika, entre otras cosas.

“El Gobierno asume que cualquier país que forma parte de la UE va a cumplir con sus compromisos con rigor y respeto a sus responsabilidades”, aseguró por su parte el Ejecutivo. “Las elecciones del domingo no fueron entre Syriza y la austeridad, sino entre diferentes fuerzas políticas que forman parte de Grecia, y la austeridad es la consecuencia de los problemas que se han generado en muchos países que deben hacer frente a los mismos con reformas y estabilidad”.

Por otra parte, la presidenta de la delegación socialista española en el Parlamento Europeo, Iratxe García, marcó la pauta del discurso del PSOE respecto al hundimiento de su partido hermano en el país heleno con la aseveración de que Grecia no es España, el Pasok no es el PSOE y Syriza no es Podemos. Los socialistas no se quieren ver en el espejo del Pasok, primero por táctica, pero también en aras de la verdad. Desde que Pedro Sánchez fuera elegido por los militantes de su partido secretario general del PSOE el pasado julio marcó distancias con cualquier medida de connivencia con la derecha europea y también de la española en relación con las políticas de la Comisión Europea. “Nosotros no somos el Pasok, nosotros, el PSOE, hemos renovado proyecto y equipo y no se nos puede identificar con ninguna política de austeridad que aprobara ningún Gobierno”, señaló Pedro Sánchez en un acto en el Foro ABC en Madrid. “En España no va a pasar lo de Grecia porque aquí sí hay alternativa al partido gobernante, somos nosotros, el PSOE”, dijo.

El nuevo líder socialista decidió en julio, nada más ser elegido, salirse del acuerdo de la socialdemocracia europea para votar a favor del nuevo presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués conservador, Jean Claude Juncker. La instrucción a sus eurodiputados fue de voto en contra. Después, anunció su intención de modificar el artículo 135 de la Constitución —aprobado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con el apoyo del PP— para poner un corsé al déficit. No pretende eliminarlo pero sí añadir la creación de un fondo que garantice el gasto social.

Con estas actuaciones los socialistas quisieron este lunes transmitir que ellos no deben ser considerados como el Pasok porque no son conniventes con las políticas europeas. El Pasok ha sido “víctima” de su estrategia de apoyar a un Gobierno de derechas que “tenía como único objetivo la austeridad”, dijo García.

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