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Columna
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Desde Andorra hasta Atenas

Los "eternos disconformes" buscan siempre el ángulo para intentar descalificar a Rajoy

Los eternos disconformes, los triunfalistas de la catástrofe que decía el almirante Luis Carrero Blanco, buscan siempre el ángulo para intentar la descalificación del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy. Uno de los estribillos de sus incansables detractores es el del inmovilismo que les lleva a equiparar la actitud del inquilino de Moncloa con don Tancredo. Aquel dignísimo albañil, sobre el que de modo tan certero escribió José Bergamín (véase Obra taurina, editada por el CSIC) que se hacía estatua para librarse de las arremetidas del toro bravo. Pero en pocos días el presidente Rajoy ha dado pruebas eminentes de lo contrario. Primero, con su visita oficial a Andorra acompañado del eficiente ministro de Hacienda Cristóbal Montoro. El viaje ha marcado un hito sin precedentes en la historia de la diplomacia española. Porque allí en dos jornadas ha conseguido acuerdos para evitar la doble imposición y ha convencido a sus interlocutores para que le facilitaran información sensible que afecta a personalidades de gran sonoridad, como en su momento iremos sabiendo.

Además, Rajoy ha escuchado los temores que en el Principado suscita el soberanismo catalán, porque los andorranos consideran que si prosperasen los entusiasmos del proceso hasta la proclamación de independencia, serían susceptibles de generar de modo imparable una ola de irredentismo para integrar a los paísos catalans y quieren prevenirse del desencadenamiento de reivindicaciones anexionistas respecto a Andorra. Las razones que alegarían de contigüidad, de cultura, de identidad lingüística y de valioso entrenamiento sobre cómo ambientarse internacionalmente desde la realidad de la pequeña dimensión, saltan a la vista. El caso es que aquellos montañeses del Pirineo emiten en otra longitud de onda y como los devotos de Lourdes, que perdieron el control de la silla de ruedas cuesta abajo camino de la gruta, gritan ¡Virgencita que me quede como estoy!. Además con el papa Francisco ven la oportunidad de sustituir al obispo de la Seo d’Urgell por el Rey de España en calidad de Copríncipe, pensando que así estaría mejor defendido su estatus por una potencia más operativa con capacidad de disuasión frente a aventuras indeseadas.

De regreso, no tuvo pereza alguna en viajar a París para unirse a la manifestación por la libertad de prensa en París y sin tiempo para reponerse a Grecia para alentar en Atenas a su colega de Nueva Democracia, Antoni Samarás, que comparece ante las urnas el día 25, en unas elecciones cruciales para la UE y, muy en particular, para España por lo que puedan tener de convalidación a distancia de ese nuevo actor político de primera relevancia que es Podemos. Súmese a lo anterior las reuniones de la Ejecutiva del PP y de sus convenciones y su puesta a disposición para encabezar la campaña de comunicación para que lleguen a los españoles las buenas acciones del gobierno y romper la opacidad que las oculta.

En esa línea se recomienda visualizar el vídeo que salió de la factoría de Pedro Arriola, el asesor áulico, el pasado viernes. Aquellas charlas junto al fuego del presidente Franklin D. Roosevelt donde hablaba al pueblo americano para confortarle en las dificultades han servido de primer esquema para las escenas del café dialogado donde el presidente Rajoy, la secretaria general Cospedal y los vicesecretarios Floriano, González Pons y Arenas, se esfuerzan por pasar el mensaje de la recuperación. Momento estelar de Floriano diciendo que a las buenas cifras hay que ponerles piel. Mientras, sigue la rueda de la justicia y la actitud pepera de negarlo todo. Atentos.

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