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Internada en un centro la menor yihadista detenida en Melilla

La joven, de 17 años, ha sido trasladada a Madrid para alejarla de su entorno

Fernando J. Pérez

La menor detenida este martes en una operación contra las redes yihadistas que envían combatientes a Siria e Irak ha sido ingresada en un centro de internamiento de menores de la Comunidad de Madrid, según fuentes judiciales. La joven, de 17 años fue puesta a disposición de la Fiscalía de Menores de Melilla a petición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Tras tomarle declaración en la ciudad autónoma, la chica ha sido trasladada a Madrid para alejarla de su entorno, como ya sucedió el pasado agosto con otra menor ceutí de 14 años que fue detenida en Melilla cuando pretendía pasar la frontera con Marruecos para unirse a las filas del Estado Islámico en Irak o Siria.

Las otras cuatro detenidas en la operación contra las redes de captación yihadista (todas mayores de edad), siguen en dependencias policiales y pasarán a disposición del juez Santiago Pedraz a partir del jueves. La menor declarará en los próximos días ante la Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional, que deberá decidir si mantiene la medida de internamiento decretada.

La red había captado a través de Internet y WhatsApp a 12 jóvenes, muchas de ellas de Ceuta y Melilla. Las reclutadoras directas eran cuatro mujeres jóvenes, dos de ellas de Melilla —una menor de edad—, otra de Ceuta, y otra, detenida en Barcelona, natural de Viña del Mar (Chile). La Comisaría General de Policía detuvo este martes, además, a una quinta persona relacionada con esta red, un hombre que ayudaba a las reclutadoras. Las fuerzas marroquíes detuvieron, por su parte, a dos hombres en Castillejos, la localidad marroquí pegada a Ceuta.

La red estaba dirigida por los dos detenidos en Marruecos, aunque estos siempre quedaban en la sombra. El trabajo de de captación y leva de acólitas quedaba en manos de mujeres jóvenes, que resultaban “muy eficaces”, según fuentes de la lucha antiterrorista. Las cuatro, según el Ministerio del Interior, “eran convencidas y muy radicales de la causa”, y tenían un manejo fluido de las redes sociales.

Su trabajo comenzaba fundamentalmente en Facebook, donde las reclutadoras insertaban “machaconamente” mensajes sobre “la crisis de valores existente en la sociedad occidental actual”. Esa decadencia solo puede superarse, les contaban a las interesadas, con el islamismo más rigorista.

Las que contestaban y mostraban su interés eran redirigidas a foros privados de WhatsApp, donde empezaba el bombardeo de las reclutadoras para que pasaran a la acción. Y solo si, en foros más restringidos, alguna de las contactadas daba su sí a la yihad más radical, las reclutadoras se encontraban con las reclutadas cara a cara con ellas y ponían su oferta de redención sobre la mesa.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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