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Las empresas con las que dijo mediar Pujol Ferrusola niegan conocerle

El hijo del expresidente catalán cobró hasta 3,2 millones por unas labores que no reconocen las personas que debieron tratar con él

Fernando J. Pérez

Nadie conoce a Jordi Pujol Ferrusola; nadie ha oído hablar de él. Una decena de empresarios en cuyos negocios, de naturaleza variada, dijo este jueves haber mediado el hijo del expresidente catalán rechazaron haber tenido contacto alguno con él. Pese a ello, Pujol Ferrusola, facturó por sus supuestas gestiones de “intermediación” en estas operaciones no menos de 3,2 millones de euros, según la investigación emprendida por la Audiencia Nacional.

Un total de 17 empresarios y comisionistas, la mayoría del ámbito inmobiliario, declararon este jueves como testigos ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Casi todos tenían algo en común: habían tenido tratos mercantiles con la constructora Copisa, la empresa a la que Pujol Ferrusola facturó por sus supuestos servicios de intermediación, puestos en duda por los investigadores y la Fiscalía Anticorrupción. Los representantes de las empresas con las que Copisa realizó estos negocios arrojaron sombras sobre la labor de Pujol en estas operaciones: la inmensa mayoría negó haber tratado con él, según fuentes presentes en el interrogatorio.

El pasado miércoles, Xavier Tauler, directivo de la división de Construcción de Copisa, declaró como imputado ante Ruz. En su interrogatorio aseguró que los servicios por los que Pujol Ferrusola fue contratado verbalmente y facturó 3,59 millones de euros fueron reales y eficaces.

“Ese señor juro y prometo que jamás apareció en ningún sitio y jamás oí hablar de él”, dijo Juan Luis Ripollés, que intermedió en la venta a Copisa de la finca de Los Merinos, en Ronda (Málaga). Pujol Ferrusola facturó un total de 1,1 millones de euros a Copisa por su supuesta participación en la compraventa. Sobre la misma operación de Los Merinos fue interrogado José Luis Prada, directivo de la división inmobiliaria de la propia Copisa, que manifestó que el trabajo de Pujol Ferrusola se limitó a llamarle por teléfono para decirle dónde estaban los terrenos y facilitarle un contacto.

Una versión similar ofreció, según las mismas fuentes, Francisco Sicilia, directivo de Técnicas Reunidas, que contrató con Copisa unas obras en una refinería de Cartagena. Pujol Ferrusola cobró por su pretendida labor de intermediario en esta operación 611.000 euros de Copisa. Sin embargo, Sicilia aseguró que negoció directamente con Copisa, sin intermediarios.

Antoni Armengoll Parra, empresario andorrano, que tuvo negocios con Copisa para abrir unos túneles en el principado, también sostuvo que trataba directamente con la constructora catalana, en concreto con Xavier Tauler y que ni siquiera conoce a Pujol Ferrusola. Sin embargo, el hijo del expresidente catalán facturó por su intermediación 150.000 euros, según la investigación.

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“Si hubiera tratado con un intermediario constaría en un contrato, seguro”. Así se expresó Juan Parada Henares, que en 2004 vendió unas parcelas en Hospitalet (Barcelona) a un conocido, que, como no disponía de liquidez suficiente, se asoció en la compra con Copisa. La constructora de Tauler le pagó a Jordi Pujol Ferrusola 394.018 euros.

El único testigo que sí ha afirmado conocer al hijo del expresidente catalán es Carles Vilarrubí, vicepresidente de Relaciones Institucionales del Fútbol Club Barcelona. Este ha afirmado que ha tratado con él en dos ocasiones. La última de ellas, hace dos o tres años, Pujol Ferrusola le ayudó en la compra de unos terrenos entre las provincias de Lleida y Girona para una yeguada. Por las gestiones, asegura que le pagó 20.000. Sin embargo, en la factura girada por la empresa de Vilarrubí es de 330.000 euros.

Comisión en un funeral

Ramón Gironès, suegro de Jordi Pujol Ferrusola, no olvidaba un trato. Incluso llegó a acudir al funeral de un constructor para reclamar a la familia de este la comisión del 3% que le había prometido por supuestamente intermediar en la venta de unos terrenos en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) en 2004. Así lo explicó ayer al juez Ruz Laura Cutillas, hija del constructor fallecido, de la empresa Focio.

Los herederos del constructor no sabían si su padre había entrado en tratos con Gironés para la venta de los terrenos a una filial de Copisa. Tras asesorarse con un empleado de esta empresa sobre estas gestiones, acordaron entregar un 1% al suegro de Pujol Ferrusola, que no tuvo participación en esta gestión, según Cutillas.

Nueve meses después de la venta, por 30 millones de euros, los terrenos fueron reclasificados y pasaron de tener categoría de equipamientos a urbanizable residencial, lo que disparó su valor de mercado. Cutillas declaró ante Ruz que se sintió “estafada” por este cambio de uso, que sospecha que ya conocían los compradores.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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