UPyD lanza una campaña para sufragar las querellas Bankia y Pujol

Unión, Progreso y Democracia (UPyD) busca la fórmula para financiar sus querellas anticorrupción, entre las que se encuentran las acciones relacionadas con el caso Bankia y el caso Pujol, que de momento han supuesto un gasto de 264.905 euros. La formación de Rosa Díez venderá chapas a cinco euros con los lemas Yo denuncié a Bankia y Yo denuncié a Pujol para sufragar su participación en unos 20 procedimientos abiertos en los tribunales.

El discurso de regeneración democrática al que ha recurrido UPyD desde su irrupción en el tablero político en 2007 se ha convertido en esta legislatura en uno de los argumentos más explotados por toda la oposición, y la aparición de Podemos con sus ataques a los partidos de la casta ha acabado por canalizar una parte de la demanda social de renovación de las instituciones. Tras el estallido del caso Bárcenas y del caso de los ERE, todas las formaciones exigen regeneración cuando se acercan las elecciones autonómicas y municipales de la próxima primavera. 

No obstante, la portavoz del partido asegura que esta iniciativa no tiene carácter electoralista. "Si contribuimos a que vayan a la cárcel cien ladrones habrá merecido la pena, aunque eso no nos reporte ningún voto", ha afirmado Díez, acompañada por el abogado de la formación, Andrés Herzog, en una comparecencia convocada este miércoles para lanzar la campaña, cuyo objetivo, además de recaudar fondos, es fomentar el compromiso de los ciudadanos contra la corrupción.

UPyD no se plantea, de momento, presentar alguna acción relacionada con la Operación Púnica, pero asegura que su presencia en los tribunales "supone un gran esfuerzo personal y económico para un partido que todavía es pequeño" y que tiene cerca de 10.000 militantes y simpatizantes. Además de la querella Bankia o el caso Pujol, la formación ha denunciado los nombramientos del Consejo General del Poder Judicial, ha intervenido en el caso de las preferentes y ha denunciado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, por desobediencia al Tribunal Constitucional durante la gestión del proceso soberanista.