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Rajoy se la juega con diez mítines ante la incertidumbre de los sondeos

El presidente es el auténtico candidato, con casi tantos actos como Arias Cañete Los populares estaban preocupados, pero ahora creen que los datos son mejores Tras la designación del aspirante, el PP recupera la movilización

Cuando los periodistas preguntaban con insistencia por el candidato del PP durante la larga espera hasta que se confirmó el nombre de Miguel Arias Cañete, algunos ministros y dirigentes contestaban con una idea: “Será Arias Cañete, pero ¿qué más da? El candidato real es Mariano Rajoy. Lo que se va a votar es la aprobación o rechazo al Gobierno, y el presidente se volcará en la campaña”. Este miércoles se comprobó que esas personas tenían razón.

Rajoy ha decidido volcarse tanto, con 10 mítines en 15 días, que prácticamente va a monopolizar la campaña, con lo que él se convierte en el verdadero candidato. El presidente echa un pulso personal, con lo que implica de riesgo ante un posible fracaso, aunque hasta ahora ha mantenido la campaña en sordina con sus retrasos, criticados internamente por casi todos.

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El jefe del Ejecutivo y del PP ha decidido jugársela ante el empate técnico con el PSOE que detectan las encuestas. Los populares se fijan en la última publicada por EL PAÍS y realizada por Metroscopia, que ofrece ese empate con una ligera ventaja para el partido del Gobierno. Esa es la situación en este momento, señalan fuentes del Gobierno y el PP.

Los populares estaban muy preocupados por los datos que les daban las encuestas que maneja en los últimos meses Pedro Arriola, el sociólogo de cabecera de Rajoy: el riesgo de perder era real porque buena parte de sus votantes están muy molestos y desmovilizados. Sin embargo, los datos que tienen ahora les dicen que desde que se confirmó la candidatura de Arias Cañete la movilización, aunque sea con una enorme abstención, está empezando, y los datos mejoran.

En este contexto el presidente ha decidido volcarse en la campaña, algo poco habitual desde La Moncloa, con 10 mítines, y entre ellos uno muy significativo en Barcelona el sábado 17 de mayo.

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La campaña que ha diseñado el PP y que fue presentada este miércoles, mucho más tarde de lo previsto —todo va con retraso por decisión de Rajoy— deja muy claro que el presidente se plantea los comicios del 25 de mayo como una batalla personal y como una forma para medir ante los electores los desafíos de su Gobierno. Rajoy participará en 10 mítines entre 9 y el 23 de mayo, casi los mismos que el propio candidato, con el que coincidirá en cinco actos. Además de la visita a Cataluña en pleno pulso independentista con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, irá a Sevilla y a Málaga, donde el PP, que teme un adelanto electoral, prepara con Juan Manuel Moreno el terreno para recuperar el tiempo perdido frente a la presidenta de la Junta de Andalucía, la socialista Susana Díaz.

Rajoy estará en su tierra, Galicia, en Cuenca, Zaragoza, Murcia, Valencia y Valladolid, donde el día 12 está previsto un mitin conjunto con el candidato del PPE a la presidencia de la Comisión, Jean-Claude Juncker. El cierre de la campaña electoral será el 23 en Madrid.

Rajoy y Arias Cañete en la presentación de la candidatura, en Toledo, el pasado 12 de abril.
Rajoy y Arias Cañete en la presentación de la candidatura, en Toledo, el pasado 12 de abril.CLAUDIO ÁLVAREZ

En el PP está instalada la idea de que la propia elección de Arias Cañete, muy previsible, refleja una apuesta personal de Rajoy. Hace meses, cuando ya se hacían quinielas con los nombres de los candidatos, en el Gobierno y en la cúpula del PP ya todos interpretaban que la designación del hasta ahora ministro de Agricultura encerraba un riesgo fundamental: “Si pierde Cañete, pierde Rajoy”.

El día que Jaime Mayor Oreja dio un portazo y renunció a la candidatura, a la vista de que Rajoy no le llamaba, se confirmó la idea instalada en el PP: “Con Jaime se podía decir que había perdido él por lo que representa; pero con Arias Cañete el triunfo o el fracaso es directamente de Rajoy”.

El jefe del Ejecutivo quiere ahora llevar ese pulso a la campaña. Según explicó este miércoles el vicesecretario de Organización y Electoral, Carlos Floriano, el lema elegido por el PP —Lo que está en juego es el futuro— pretende “transmitir que estas elecciones son cruciales para el futuro de los españoles”. Están en juego, dijo, la recuperación y el retroceso, planteando así la carrera electoral como un examen a la política económica del Ejecutivo.

El jefe del Gobierno ya ha actuado en varias ocasiones como si fuera el candidato. Cuando todos en el partido esperaban el nombramiento del aspirante a las elecciones del 25 de mayo, Rajoy clausuró hace un mes una convención intermunicipal en Valencia asumiendo toda la responsabilidad simbólica de la carrera europea. El líder de los populares quiere afrontar esta cita como un desafío personal.

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