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Rajoy esperará a que la Generalitat se mueva para decidir su respuesta

El presidente “no se cierra” a un cambio constitucional pero no ve consenso

Rajoy habla con el presidente del Constitucional, en presencia de Posada, Santamaría, Fabra y Valcárcel.Foto: atlas | Vídeo: ULY MARTÍN / ATLAS

Mariano Rajoy se reafirmó el viernes en la piedra de toque de su filosofía política: la espera. Ese es, en definitiva, el mensaje que trasladó el presidente del Gobierno sobre dos de los debates más apremiantes que sobrevolaron la celebración del 35º aniversario de la Constitución en el Congreso. Tanto respecto a la reforma de la ley de leyes como sobre el siguiente paso del Ejecutivo para hacer frente a la crisis soberanista en Cataluña, Rajoy optó por la respuesta prudente.

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El Gobierno no está dispuesto, en principio, a emprender un cambio de la Constitución, como reclama el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba para tratar de frenar el debate independentista en Cataluña y cerrar el modelo territorial. No obstante, Rajoy aprovechó la distensión del acto conmemorativo para lanzar un mensaje que fue interpretado como un gesto de apertura. “He hablado con Rubalcaba de este asunto, pero hace falta más concreción. En 2011 Zapatero me llamó con una reforma concreta y la hicimos. Yo no me cierro en banda a reformar la Constitución, pero tenemos que saber para qué y con quién contamos”. La preocupación de Rajoy, y lo que le hace descartar un cambio en este momento, es que esta reforma no contaría con el apoyo de los nacionalistas ni de Izquierda Unida, con lo que perdería fuerza respecto a la Constitución actual, que sí fue respaldada por CiU —el PNV pidió la abstención— y por el PCE.

Rajoy dejó en evidencia en esa conversación su escepticismo con otra frase: “No tiene sentido reformar por reformar para meter dentro a quien no quiere estar dentro”, aseguró, en clara referencia a los nacionalistas. Jesús Posada, el presidente del Congreso, había dejado clara esta filosofía del PP en su discurso institucional. “Cualquier reforma del marco constitucional debe hacerse con mucha cautela, desde el diálogo, contando siempre al final con un respaldo, si no el mismo, muy semejante al consenso que acompañó la aprobación de la Constitución”.

Rubalcaba se muestra cada vez más optimista sobre la reforma

En el mismo acto, también en conversación con la prensa, Rubalcaba ofreció una imagen mucho más optimista. “La reforma de la Constitución se va abriendo camino”, aseguró. Dijo que le anima la fuerte “corriente académica” a favor de la reforma, su propio partido político y que Rajoy le ha escuchado. “Los dos nos hemos escuchado, los dos hemos hablado a fondo, y aunque no estemos de acuerdo ambos sabemos que nuestros mutuos argumentos no son desdeñables”, aseguró. Eso sí, si en 2014 no se produce el comienzo de la reforma, hay que olvidar el asunto hasta la siguiente legislatura, toda vez que 2015 ya es puramente electoral, pronosticó Rubalcaba.

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Nada hace pensar que vaya a iniciarse esa reforma. Pese a los mensajes de las últimas semanas, en las que tanto el PP como CiU han cumplido la promesa que hicieron a quienes les presionaban, en especial empresarios, de buscar un entendimiento, nada se ha movido. Rajoy tiene claro que es Artur Mas el que debe rectificar. Él está abierto al diálogo, como dice siempre, pero no se va a mover. “Espero que se imponga el sentido común”, aseguró para mostrar que confía en la rectificación de CiU. “La soberanía nacional no se va a romper”, insistió para descartar cualquier consulta. ¿Y qué hará para impedirla? “En este tema, mucha tranquilidad. Primero tengo que ver los hechos que se van produciendo, y a partir de ahí tomaré mis propias decisiones para responder”, contestó.

El Gobierno está muy atento a los movimientos de la Generalitat y se prepara para recurrir al Constitucional cualquier paso, pero el análisis político del Ejecutivo es menos pesimista porque cree que los independentistas están cada vez más divididos.

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