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Violencia anarquista de ida y vuelta entre Chile y España

La policía afirma que la relación entre terroristas ácratas de ambos países es más que intensa

J. A. R.
Carteles de una fiesta anarquista localizado en casa de los chilenos detenidos en Barcelona.
Carteles de una fiesta anarquista localizado en casa de los chilenos detenidos en Barcelona.EFE

Los servicios antiterroristas han elaborado un “informe confidencial” sobre los lazos entre el terrorismo anarquista de Chile y España. El epígrafe “actividad anarquista vinculada a España” sostiene que Chile es “objeto de atención permanente” de los “anarquistas revolucionarios e insurreccionales españoles”. El país sudamericano es “destino de militantes ácratas españoles, que en ocasiones se han visto relacionados con actividades violentas”. Y esas visitas “han tenido su respuesta con viajes de anarquistas chilenos a Madrid y Barcelona”.

El informe contiene un listado de nueve anarquistas españoles que han visitado aquel país para participar en acciones de índole diversa. Él documento cita el caso de Asel Luzarraga, detenido en diciembre de 2009 en Padre Las Casas (IX región de La Araucanía), a quien se le imputó la colocación de cuatro bombas en la ciudad de Temuco entre 2008 y 2009. Luzarraga, se lee en el texto, fue condenado en septiembre de 20012 a 220 días de prisión y expulsado a España.

El documento detalla al menos tres ataques anarquistas contra intereses españoles en Chile (contra dos oficinas del Banco del Santander y otro contra una sucursal del BBVA) reivindicados por anarquistas. En el último, de fecha 11 de junio de 2011, resultó herido el joven Luciano Petronello Schuffeneger al estallarle el artefacto que manipulaba (un extintor relleno con dos kilos de pólvora negra, nitroglicerina y nitrano amónico). Este joven supuestamente estaba junto al chileno Mauricio Morales el día que este murió (mayo de 2009) en Santiago de Chile al estallarle la bomba que transportaba. Y a nombre de este último fue reivindicado un ataque contra el Consulado chileno en Barcelona en junio de 2009. Entre ese año y junio de 2011, han sido perpetrados cuatro atentados contra sedes diplomáticas de aquel país, una en apoyo de dos anarquistas argentinos presos y el último en solidaridad con los procesados del caso Bombas. Este último, un paquete bomba con todos los componentes pero sin carga, llegó el 10 de junio de 2011 con una nota: “Libertad presos caso Bombas. La próxima vez el artefacto estará activado”.

El informe advierte que el terrorismo chileno es “un referente para el resto de militantes del movimiento global anarquista” y que está “demostrado que parte de la financiación ha procedido de Europa”. Chile, más de 200 bombas después, no tiene interiorizado que eso sea terrorismo, según periodistas del país y fuentes de inteligencia.

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Sobre la firma

J. A. R.
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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