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Silencio de los aspirantes en el arranque de las primarias

Los presuntos candidatos aceptan aplazar el debate

Felipe González camina junto a Elena Valenciano, ayer en la Conferencia Política del PSOE.
Felipe González camina junto a Elena Valenciano, ayer en la Conferencia Política del PSOE.LUIS SEVILLANO

El lunes se abre la batalla por el liderazgo del PSOE. El equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba suele lamentar que justo al día siguiente del Congreso del PSOE que le ganó a Carme Chacón en 2012 empezara la batalla por las primarias. Se quejan de que eso les ha hecho la vida aún más difícil y que han tenido que actuar con esa sombra. Ese debate ha estado latente pero, al menos la dirección del partido ha contenido las prisas y encauzado el proceso, incluyendo el haber logrado sacar de la Conferencia Política la discusión del liderazgo. Así ha sido en el escenario del cónclave, después de que la cúpula del PSOE haya transmitido a la organización que en breve abrirá el proceso con la aprobación del calendario.

En coherencia con ese procedimiento, todos los afectados o presuntos aspirantes evitaron abrir el melón en plena Conferencia Política. En los pasillos se habló de ello y mucho, pero imperó la tesis de que lo importante son las ideas. Entre otras cosas porque adelantarse podría suponer para los candidatos una salida en falso con imagen de deslealtad hacia el partido en un momento tan complicado. Y también porque ni siquiera ha desvelado Rubalcaba aún su futuro. Por ejemplo, Patxi López habló a mediodía en la cafetería con Tomás Gómez, líder del PSOE de Madrid y único que se ha salido del guión al cuestionar a Rubalcaba ayer en La Razón.

Carme Chacón, Patxi López, Eduardo Madina y Emiliano García Page participaron en la pasarela de posibles candidatos con la expectación que les corresponde, pero con la discreción que se impusieron. Todos coincidieron en que lo más importante en la Conferencia son las ideas y en evitar desvelar si se presentarán. La batalla empieza el lunes.

López y Madina sí tuvieron un papel activo en el debate de ponencias, mientras que Chacón y García Page se limitaron a contactos de pasillo. Madina fue ayer uno de los artífices de la reducción del 10% al 5% del porcentaje de avales necesarios para ir a primarias. Algunos apuestan a que Rubalcaba puede incluso apuntar algún mensaje sobre su futuro en el cierre de hoy.

Este fin de semana sí se aprueba el método de primarias abiertas y en el Comité Federal de diciembre el calendario para 2014, a propuesta de Rubalcaba, previsiblemente para después de las europeas de mayo. El número tres del partido, Oscar López, reiteró ese mensaje a los responsables de organización de las federaciones y Rubalcaba habló de ello ayer con Susana Díaz. Los socialistas andaluces explican que su federación ejerce su poder y que apoyan a Rubalcaba, pero porque cumple la condición de poner en marcha ya la renovación del liderazgo. Es decir, que ya no ha podido evitar que desde mañana lunes empiece la batalla del calendario. Lo que Emiliano García Page describió ayer como el inicio de la cuenta atrás para esa renovación.

PATXI LÓPEZ

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Políticas de izquierda para recuperar la mayoría

SCIAMARELLA

Tiene el estigma de ser el candidato del actual aparato del partido. De hecho, fue decisiva su intervención en mayo de 2011 para torcer el pulso a José Luis Rodríguez Zapatero a favor de que Alfredo Pérez Rubalcaba fuera el candidato y líder del partido sin posibilidad de primarias. En el último congreso del PSOE, Rubalcaba se encargó de que estuviera presente en la Ejecutiva del partido, por el momento con un papel discreto. Patxi López (Portugalete, 1959) es de todos los presuntos posibles futuros candidatos a primarias el de más edad; ha sido lehendakarien el paréntesis entre los gobiernos nacionalistas en el País Vasco y lidera la federación socialista de Euskadi, una de las más potentes históricamente en el PSOE. Es decir, es el único que ya ha sido líder en algún sitio y no precisamente en momentos fáciles. Su camino hacia ese liderazgo tuvo en su momento el impulso de Ferraz y de Zapatero para descabalgar a la opción que encabezaba entonces Nicolás Redondo Terreros en el PSE. Y desde el aparato es visto como el más decidido, entre otras cosas porque ha recorrido federaciones y sedes en los últimos meses para sondear sus posibilidades.

Asegura que no dirá nada en la Conferencia Política “porque no toca”, porque su obsesión es que el PSOE construya una alternativa de izquierdas y, sobre todo, porque dice que “no lo tiene decidido” [presentarse a las futuras primarias]. En los días previos, no obstante, volvió a utilizar la fórmula “no me pondré de perfil” para dejar caer su disposición a presentarse.

“Me preocupa ahora más la alternativa de izquierdas que mi futuro”, dice cuando se le insiste. Su tesis es que el PSOE está obligado a recuperar la centralidad política, pero siempre desde la izquierda, porque sostiene que los socialistas han ganado elecciones cuando han tenido un discurso claro. Tanta trascendencia le da a la Conferencia, que sostiene que será como el Congreso de Suresnes (1974), porque también sirve para redefinir por entero el partido, su estructura y su ideario. Y porque no es un partido presidencialista, según explica. “El PSOE presenta su programa y propuestas que debe defender el colectivo. Quien sea el líder se nota en acentos, en ritmos, pero el programa lo define el colectivo”, añade.

De hecho, es junto a Eduardo Madina el que tiene un papel más activo en la Conferencia Política.

¿Es una desventaja no ser diputado y una ventaja haber sido lehendakari? “No sé cuáles son los requisitos”, responde.

EDUARDO MADINA

El más joven, sin experiencia y sin prisa

SCIAMARELLA

Es el posible aspirante con más incógnitas y menos pasado. Y eso en momentos de zozobra puede ser una enorme ventaja o un lastre insuperable. Según se mire.

En abril de 2009, cuando ni siquiera se sabía si José Luis Rodríguez Zapatero se presentaría de nuevo a las elecciones, el entonces presidente del Gobierno confió a un colaborador cercano que le gustaría que Eduardo Madina (Bilbao, 1976) fuera algún día su sucesor. Ahora él lo recuerda con pudor. Y se deja querer y espera sin moverse, casi abrumado por la presión, porque le llega el interés de una parte del partido, la de los más jóvenes, para sumarse a su propuesta, si es que llega a dar el paso. Es del único del que no se pueden citar fuentes de su entorno, porque no tiene entorno, no tiene equipo, aunque sí seguidores latentes, esperando un gesto. Él mismo admite que no ha formado equipo porque, a diferencia de sus posibles adversarios, no ha dirigido ninguna organización del partido o ministerio. Pero asegura que tiene “redes internas y externas”, con personas que se le han ofrecido desde la universidad, las ONG, la cultura...

Es el más joven y el que menos experiencia de gestión institucional y orgánica tiene. Lo primero lo ve una ventaja porque dice sentirse miembro de la generación con españoles mejor preparados y, como ejemplo y muestra de su currículum, añade orgulloso que en 2012 fue designado por el Foro de Davos como uno de los 192 jóvenes más influyentes de todo el mundo.

A lo segundo argumenta que hay presidentes autonómicos o ministros que han llegado a los cargos sin experiencia previa y han sido excelentes y viceversa. Es decir, que en su opinión no garantiza nada el haber sido líder o ministro o secretario general. De hecho, confiesa que no tiene ni idea de cuáles serían los apoyos en las federaciones o la organización del partido. Es secretario general del Grupo Parlamentario desde la etapa de Zapatero y se le supone por tanto un cierto respaldo entre diputados y senadores socialistas.

Se define como “socialdemócrata de libro”, y su imagen es la del político informal y vinculado a las redes sociales, aunque de su presencia en Twitter es más fácil deducir sus gustos musicales que su pensamiento político. Se moja poco. Afirma que las primarias deberían ser después de las europeas, sin prisa y con tiempo suficiente para recorrer las federaciones y contactar con líderes europeos. E insiste en que aún no ha decidido nada. Sin prisa.

CARME CHACÓN

Pendiente de la tercera vuelta de su partido

SCIAMARELLA

Como el capitán Ahab persiguiendo a Moby-Dick. Sería la tercera vuelta de su camino hacia el liderazgo del PSOE, la tercera ocasión en que Carme Chacón aspirara a encabezar el partido frente a Rubalcaba. La primera fue en 2011, cuando, tras dar muestras de querer competir con él en las primarias previas a las generales de ese año, compareció en Ferraz para entre lágrimas anunciar en el último momento su retirada. La segunda fue la del Congreso de Sevilla de 2012, en el que perdió por 22 votos. Tuvo entonces el apoyo, entre otros, de Susana Díaz, ahora líder del partido en Andalucía y con poder creciente en la dirección federal.

Ahora Chacón (Esplugues del Llobregat, 1971) mantiene la incertidumbre y sigue siendo la posible aspirante que más irrita a Rubalcaba y a su equipo. “No tengo nada decidido”, aseguraba ayer mismo a este periódico, poco después de su entrada a la conferencia, con el mayor número de cámaras pendiente de ella y con mayor nivel de expectación en los pasillos que otros aspirantes.

“Sigo pensando que hace falta un cambio, pero este no es el momento ni el lugar para hablar de ello”, añadió. Su metáfora refugio, repetida desde hace meses, es la del dorsal con el que participará en ese proceso y que, según insiste, aun no sabe si será el 1, el 2 o cualquier otro. Pero estará seguro en el equipo que aspire a liderar el partido, frente al estilo Rubalcaba.

Desde hace dos meses trabaja en una Universidad de Miami y, según explica, sigue al minuto lo que pasa en España. Su movimiento táctico le permite presentarse como quien tiene profesión al margen de la política y no necesita estar apegado al cargo. Es decir, la manera de postularse como candidata con la idea imperante de la crítica a los políticos profesionales. En teoría, ese trabajo en una universidad de Miami termina en primavera, y por eso para ella sería mucho peor que las primarias fueran en esa fecha, es decir, antes de las europeas. Pero insiste en que el calendario está en manos de la actual dirección y que debe ser Rubalcaba el que diga cuándo se celebran las primarias. “Ya he dicho que no comparto el calendario, pero no me corresponde a mí”, asegura para dejar claro que, en su opinión, el relevo ya debía haberse producido.

Es una incógnita si Andalucía le mantendría el apoyo, y también la relación con su federación, el PSC, con la que mantiene divergencias, porque no comparte la defensa del “derecho a decidir”.

EMILIANO GARCÍA-PAGE

Un partido de “formas moderadas”

SCIAMARELLA

Aparentemente es el más reacio a dar el paso. Solo él pone el acento en convertir al PSOE en un partido “incluyente” de “formas moderadas”, y también es el único que mantiene un cargo institucional, el de alcalde de Toledo, además de ser líder de la oposición en su región.

En su calendario, Emiliano García-Page (Toledo, 1968) tiene marcada la disputa por el Gobierno de Castilla-La Mancha contra Dolores de Cospedal, con el objetivo más que simbólico de intentar recuperar lo que siempre ha sido un feudo socialista. Eso le ata ahora en su comunidad y por eso es el que desde el aparato de Ferraz se ve como el más alejado de una eventual candidatura en primarias.

“No descarto nada, porque no me he planteado nada”, es su frase refugio para salir del paso. Aunque a lo que no ha renunciado nunca es a constituirse en voz destacada del PSOE, en uno de esos barones de los de antes, de los que tenían peso en el partido y nada se movía sin su permiso. En la Conferencia es casi como el stand deambulante de referencia que hay que visitar obligatoriamente. Es el único que incluye la tesis del equipo, de la tripleta o el tándem entre López, Chacón y Madina para salir de la crisis actual, con símiles con lo que fueron juntos Felipe González y Alfonso Guerra en la Transición.

Pide un partido “claramente a la izquierda”, pero añade que debe ser “permeable a otras sensibilidades”, entre las que incluye las que son mayoritarias en la sociedad, como la religiosa. De hecho, procede del equipo de José Bono, reconocido por sus posiciones católicas y por encabezar el sector más moderado, centrista o transversal del PSOE. A los colores rojo, verde y morado que Elena Valenciano quiere ver intensificados en la conferencia como símbolos de la izquierda, el ecologismo y el feminismo, él incluye “el transparente”, el de la apertura del partido para adaptarse a la nueva realidad.

Sobre el calendario de primarias, su frase es que no se les puede “pasar la vez” y le gustaría que se situaran cuanto antes, en primavera de 2014, como revulsivo para las europeas de mayo. Es decir, que se abra ya el plazo de presentación, porque entiende que el propio proceso de primarias puede marcar el inicio de la recuperación.

De sus palabras se deduce que es de los que no ve a Rubalcaba como futuro líder del PSOE. Pero nunca lo dirá claramente.

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