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A Marruecos, sí pero con factura

Rabat fuerza una reorganización del contrabando a través de las fronteras de Ceuta y Melilla Los comerciantes hacen huelga para protestar. El martes paralizaron el polígono melillense

Policías tratan de controlar a porteadores en la frontera de Ceuta con Marruecos.
Policías tratan de controlar a porteadores en la frontera de Ceuta con Marruecos. FIDEL RASO

Mohamed Mesaoud, ceutí, no daba crédito cuando a principios de octubre un policía español le pidió en la frontera del Tarajal la factura de las cuatro cajas de galletas que había comprado para regalar a sus familiares en Marruecos. “Como no la llevaba me dijo que era contrabando y se quedaron con la mercancía”, recuerda quejoso.

Desde principios del otoño las autoridades de Rabat han forzado una reorganización del contrabando a través de las fronteras de Ceuta y Melilla, que mueve entre mil y 1.500 millones de euros al año, una cantidad similar a las exportaciones españolas a Japón.

La medida no solo disgusta a los transeúntes que a través del Tarajal, en Ceuta, y de Beni Enzar, en Melilla, cruzan a Marruecos sino a los dueños de los almacenes cercanos a la frontera que venden mercancías a los contrabandistas.

“Esto nos perjudica, complica la vida de nuestros clientes y por eso hemos cerrado y hacemos huelga hoy [martes 5 de noviembre]“, afirma al teléfono Yusef Kadur, presidente de la Asociación de Comerciantes del Polígono de Melilla, pegado a la frontera. Los comerciantes de Ceuta hicieron huelga hace ya un mes. El estraperlo es el principal motor económico de ambas ciudades y proporciona en Marruecos decenas de miles de empleos.

Rabat ha pedido que el contrabando solo entre en Marruecos por los puestos fronterizos por los que transitan las porteadoras marroquíes y los lugareños y no por las fronteras internacionales. Afirma así querer despejar las dos grandes fronteras, Tarajal y Beni Enzar, las más transitadas de África.

Las autoridades españolas han dado por buenos estos argumentos. “No se trata de reordenar el comercio, sino de mejorar la fluidez y la seguridad del paso fronterizo”, explicó, por ejemplo, Abdelmalik el Barkani, delegado del Gobierno en Melilla, a la prensa.

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Los comerciantes como Kadur no se creen esta justificación marroquí. “Es que por la frontera internacional sus agentes no le sacan todo el provecho al contrabando”, asegura sin entrar en detalles.

Otros comerciantes, que piden que sus nombres no se publiquen, señalan que en Tarajal y Beni Enzar a los policías y aduaneros marroquíes no siempre les es fácil cobrar las pequeñas comisiones que les deben abonar los contrabandistas, proporcionales al tamaño y peso de la mercancía que transportan. En los pequeños puestos sí le es más cómodo, recalcan.

Hace diez años el semanario de Casablanca Al Ayam calculó que los policías y aduaneros destinados en el norte de Marruecos se embolsaban anualmente unos 90 millones de euros en “propinas”. El rey Mohamed VI ordenó a la fiscalía, antes del verano, que abriese una investigación sobre algunas prácticas corruptas en esa zona.

Para intentar disuadir a ceutíes y marroquíes de que introduzcan mercancías para revender en Marruecos a través de las dos grandes fronteras de Ceuta y Melilla, la policía española revisa ahora las bolsas, mochilas etcétera. Si encuentra productos que no son de consumo personal pide factura y si el viajero no la proporciona decomisa la mercancía

“Es una medida no de control de la mercancía ni de la factura” sino “para evitar que salgan bultos por la frontera porque las autoridades marroquíes lo han pedido encarecidamente al igual que ellos colaboran en otras cosas”, explicó el jefe superior de Policía, Pedro Luis Mélida, al diario El Faro. Las “otras cosas” a la que alude es la inmigración irregular que intenta entrar en las ciudades autónomas.

La medida, cuya legalidad es dudosa, no gusta a los sindicatos policiales. “Reclamamos que la salida de mercancías no es competencia nuestra”, afirma Jesús González, secretario del Sindicato Unificado de Policía en Ceuta. “Nosotros tenemos que controlar solo la documentación, extranjería, asilo etcétera”.

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