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Los ‘niños de la guerra’ de Rusia, a punto de cerrar su sede por la subida del alquiler

El Ayuntamiento de Moscú les ha duplicado la cuota con carácter retroactivo Desde 2011 no perciben ninguna subvención del Gobierno español

Pilar Bonet
Imagen de los 'niños de la guerra' de Rusia, facilitada por  el Archivo de la Guerra Civil y el Exilio.
Imagen de los 'niños de la guerra' de Rusia, facilitada por el Archivo de la Guerra Civil y el Exilio.

Los niños de la guerra españoles residentes en Rusia pueden verse obligados por falta de fondos a clausurar su centro de Moscú, el lugar de reunión que cohesiona como comunidad a varias generaciones de ciudadanos españoles, vertebradas en torno a los octogenarios a los que la Guerra Civil de 1936-1939 condenó al exilio en la Unión Soviética.

A causa de la crisis, los niños se vieron privados a partir de 2011 de las subvenciones que les otorgaba el Gobierno español para el mantenimiento del Centro de Estudio de la Cultura Española. Este se ve amenazado ahora por el afán de lucro de la alcaldía de Moscú, propietaria del local, que este mes de octubre ha enviado una carta a los responsables de la institución duplicándoles el alquiler con efectos retroactivos desde principios de este año.

A mediados de octubre, el centro recibió una carta con matasellos del 10 de este mes. En la misiva se anunciaba que, con efectos retroactivos desde el pasado enero, el centro debe pagar la cantidad de 104.833,17 rublos al mes (algo más de 2.400 euros) o 1.257.998,05 rublos al año (casi 29.000 euros). Para justificar semejante aumento se enviaba un “acuerdo suplementario” con fecha del 23 de agosto. Desde junio de 2011, el centro paga 53.914,20 rublos al mes (unos 1.236 euros) por el alquiler o 646.970,40 rublos al año (casi 15.000 euros). El ayuntamiento de Moscú advertía que el alquiler debe ser pagado en los primeros cinco días del mes en curso, lo que supone que el centro debería pagar la diferencia acumulada entre el anterior alquiler y el nuevo, como mínimo, antes del cinco de noviembre si no quiere ser penalizado.

Desde que el Gobierno de España suprimió las ayudas que le entregaba, el centro se las ha arreglado para subsistir y mantener actividades culturales y sociales gracias a las donaciones de benefactores y las cuotas de los socios, explica Enrique Ventimilla Alonso, el secretario de la institución. Estos recursos, sin embargo, no bastan para afrontar las exigencias del ayuntamiento. “Ahora sí que si no nos ayudan, esto será la puntilla”, señala Ventimilla Alonso.

La junta directiva del centro ha escrito al alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, y al presidente de Rusia, Vladimir Putin, exponiendo su situación y pidiendo que o bien se congele el alquiler o se establezca un alquiler simbólico. También se han dirigido a la Embajada de España en Moscú en busca de ayuda.

De los tres mil niños de la guerra que salieron de España con rumbo a la URSS durante y después de la Guerra Civil, quedan hoy en Rusia 105 personas (61 viviendo en Moscú, 16 en la región de Moscú y 28 en otras ciudades), 20 menos que a principios de enero de 2012. Todos ellos se consideran veteranos de la Segunda Guerra Mundial, contienda que les obligó a huir de las bombas alemanas por la geografía de la Unión Soviética, desde Crimea y el Cáucaso hasta Uzbekistán.

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El centro es un lugar que “refuerza la amistad entre los pueblos rusos y españoles” y colabora con las escuelas de Moscú en la difusión de la lengua española y con diversas instituciones y museos, señalan los niños en su carta al alcalde. Miembros de la directiva del centro se reunieron el jueves con el cónsul general de España, Miguel Bauzá Moré. Según Enrique Ventimilla, el cónsul debe reunirse el viernes con el embajador José Ignacio Carvajal para apoyarles ante el ayuntamiento y poner al corriente a la Administración española y al ministerio de Asuntos Sociales y Trabajo.

Desde Madrid, Dolores Cabra, presidenta de la Asociación Archivo de la Guerra Civil y Exilio, declaró que está tratando de conseguir que el Congreso de los Diputados destine una asignación al centro español de Moscú en los próximos presupuestos del Estado. En la actualidad, tan solo la administración de Euskadi ha prometido ayuda material a los niños, una cantidad de 10.000 euros, que aparentemente no ha llegado todavía a su destino.

El Centro Español se encargará de coordinar la futura exposición dedicada al exilio de la Guerra Civil que organiza la Asociación Archivo de la Guerra Civil y Exilio y se celebrará en el museo de Obminsk, localidad cercana a Moscú donde estaba la casa de niños número cinco, la más grande de las 16 en las que se alojaron los pequeños exiliados en la URSS. La exposición, que reunirá dibujos, fotos y documentos inéditos, tendrá un catálogo que será financiado por la Embajada de España, afirmó Dolores Cabra, que propuso destinar el importe de la venta de ese catálogo a la supervivencia del centro.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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