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Montoro usará las balanzas fiscales para contratacar los datos de Mas

Rajoy trata de calmar a sus barones: “No hay ningún pacto extraño” con CiU

Nadie lo cita expresamente, pero todos los debates en el PP sobre financiación tienen un fondo claro: la crisis independentista catalana. Buena parte de los barones autonómicos y de los cuadros del partido están muy inquietos con la posibilidad de que Mariano Rajoy, presionado por la ola independentista, haga como José Luis Rodríguez Zapatero y pacte con Artur Mas en secreto una solución económica.

Buena parte de la reunión de ayer se centró en convencer a los barones autonómicos de que eso, un pacto secreto con Cataluña, no va a pasar. El Gobierno empezó por las balanzas fiscales. Su publicación es una reivindicación histórica del catalanismo, que lo logró en 2009 con el tripartito (PSC, ERC, ICV) en la Generalitat. Rajoy, después de darle muchas vueltas, ha decidido publicarlas, como le pedía también Alicia Sánchez-Camacho. Pero lo va a hacer con una clara intención política: utilizarlas como elemento central del contrataque que La Moncloa y el PP están preparando contra el desafío independentista de Artur Mas.

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“Muchos datos de los que salgan van a sorprender, se van a llevar un gran chasco los catalanes”, señalaba ayer una persona muy cercana a Rajoy al ser preguntada sobre esas balanzas fiscales. El Gobierno y el PP han diseñado una estrategia de reacción a la ofensiva independentista, de momento bastante truncada por la dura reacción a la propuesta de financiación de Alicia Sánchez-Camacho. La iniciativa arrancaba con la manifestación del 12 de octubre en Barcelona, seguirá con campañas informativas y sobre todo implica que La Moncloa va a contestar con datos a cada una de las afirmaciones de los partidos independentistas que refuercen la idea del “España nos roba” que, según el PP, se está instalando en Cataluña.

Y ahí entran las balanzas fiscales. Se trata de un asunto tan complejo técnicamente que La Moncloa tiene la sartén por el mango para orientar los resultados. Tanto es así que la única vez que se han hecho, en 2009, con datos de 2005, se aplicaron dos métodos diferentes y se publicaron los dos, sin que el Gobierno se decantara por ninguno. Varios barones autonómicos consultados creen que las balanzas demostrarán que Madrid, por ejemplo, es más solidaria que Cataluña. “La publicación de las balanzas no debe inquietar a nadie, es un síntoma de transparencia”, explicó el ministro de Hacienda.

Aún así, Cristóbal Montoro dejó muy claro en la reunión interna que no le gusta este debate de quién aporta más. “Aquí no hay solidaridad entre territorios, hay solidaridad entre personas”, aseguró el ministro de Hacienda.

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Pero además, el Ejecutivo, según apuntó Montoro y le reclamaron varios barones, aprovechará para desplegar muchos más datos. Por ejemplo, el déficit de la Seguridad Social, que en Cataluña es de los más altos de España, o la aportación energética de algunas comunidades, o un análisis objetivo del déficit de infraestructuras. También algunos quieren que se haga un análisis detallado de los niveles de renta en toda España para que se vean las diferencias. En todo eso trabaja el Gobierno para preparar una ofensiva de datos con la vista puesta en 2014, el año en el que CiU y ERC han prometido intentar una consulta soberanista.

Lo que parece evidente es que debajo del debate de la financiación, en el que los barones, que ya tienen la vista puesta en unas complicadas elecciones en 2015, se juegan mucho, está siempre Cataluña. Sobre esta comunidad gira buena parte del debate interno en el PP. Cada vez que alguien toca esa tecla, como hizo Sánchez-Camacho, saltan chispas.

Rajoy lo sabe y por eso quiso tranquilizar a los suyos, incluso antes de que le preguntaran. “No tengo ningún pacto extraño ni no extraño”, con el Ejecutivo catalán, explicó Rajoy a sus barones dejando claro que ahora no hay negociación sino tensión con la Generalitat. “Yo no cambio ningún cromo, eso no es verdad”, remató para dejar claro a los suyos —y hacía falta porque muchos dudan— que no va a tratar de aplacar con dinero a los independentistas.

El mensaje de Rajoy y de Montoro fue claro. Ambos le pidieron a todos los dirigentes que aparquen el debate sobre el modelo de financiación para centrarse en destacar la recuperación económica. La estrategia del Ejecutivo está enfocada ahí, y esta pelea por la financiación les descoloca, por eso la posponen todo lo posible. “Ya se puede hablar de que en el tercer trimestre hemos salido de la recesión, y ese es el prólogo para la salida de la crisis”, les dijo Rajoy a los suyos, además de pedirles que no se dediquen solo a reivindicar los agravios en sus territorios, como ha sucedido con los Presupuestos. “Territorializar las inversiones de manera drástica y pensar solo en el corto plazo es injusto y una gran equivocación”, dijo el presidente según Dolores de Cospedal, que hizo de exégeta de Rajoy, ya que sigue con su política de no comparecer tras estas reuniones.

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