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El Rey no se ha planteado abdicar ante su quinta operación en año y medio

Don Juan Carlos sufre una infección en la prótesis de la cadera izquierda El Rey será operado en Madrid y la recuperación irá de ocho semanas a seis meses La intervención se realizará por un equipo dirigido por el doctor Miguel Cabanbella La operación obligará a modular la agenda real, no acudirá a los actos del Doce de Octubre

Natalia Junquera

La cadera vuelve a llevar al Rey al quirófano, o como a él le gusta llamarlo para quitarle hierro al asunto, “al taller”. La Zarzuela anunció el viernes en la primera rueda de prensa de su historia que don Juan Carlos, de 75 años, será operado “en los próximos días” en Madrid por un experto cirujano llegado de EE UU y gallego de origen, Miguel Cabanela, jefe de cirugía reconstructiva en la estadounidense clínica Mayo, en Rochester (Minnesota). El cirujano estima entre cuatro y siete días el tiempo de hospitalización y entre dos y seis meses el de recuperación.

El motivo de esta nueva intervención, la quinta para el Monarca en apenas año y medio, y la cuarta en la cadera (dos en la derecha y dos, con la que viene, en la izquierda), es una infección en el tejido que rodea la prótesis que en noviembre de 2012 le colocó en el Hospital Quirón San José de Madrid el médico Ángel Villamor por un problema de artrosis en el lado izquierdo. Cabanela explicó que este tipo de infecciones se producen en entre un 1% y un 2% de las operaciones de cadera, pero quiso echarle un capote a Villamor: “Yo también he tenido infecciones y las vivo todas malamente”.

El doctor Villamor, incapaz de disimular durante toda la rueda de prensa el disgusto de que le haya pasado esto precisamente con el Rey, dijo, apesadumbrado: “No sabemos de dónde viene. Es una infección que va por la sangre y te encuentras en esta situación. Estamos todos muy afectados”.

Don Juan Carlos empezó a notar molestias en esa zona a finales de agosto, y los gestos de dolor fueron evidentes en sus últimos actos públicos. La recaída le afectó también psicológicamente, según fuentes de La Zarzuela. “Eso desanima a cualquiera, es un paso atrás”, admitió el jefe médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia, “pero ha aceptado esa marcha atrás y ha tomado la decisión de atajar cuanto antes el problema”.

Hace apenas nueve meses, en una entrevista en TVE, don Juan Carlos aseguraba estar “en plena forma y con ganas de seguir”. Este viernes, preguntado por la posibilidad de una abdicación, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, quiso zanjar las especulaciones: “No se ha planteado en ningún momento”. El cirujano que le va a intervenir insistió en que veía al Rey “muy bien, vigoroso para su edad”, e hizo saber que incluso tomaba menos medicamentos que él, que tiene 71 años.

Preguntado por cómo sería el proceso de recuperación, Cabanela explicó que entre las primeras “cuatro o seis semanas” don Juan Carlos necesitará antibiótico intravenoso, “lo que le tendrá más atado a casa”, dijo, pero que a partir de las seis semanas “su capacidad motora será mucho mayor”, aunque advirtió de que caminar normalmente le va a llevar “más tiempo”.

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Spottorno explicó que “siendo realistas” había que poner en duda la asistencia del Rey a los actos del 12 de Octubre, Fiesta Nacional, y a la cumbre iberoamericana que se celebra los próximos 18 y 19 de octubre en Panamá. Ambas son las citas más importantes de la agenda anual del Monarca.

El equipo médico no adelantó la fecha concreta de la intervención porque está a la espera de los resultados de unas pruebas patológicas para averiguar el germen que provocó la infección. Tampoco informó del lugar donde se llevará a cabo la operación, y se limitó a decir que se estaban barajando varias opciones. El coste de la hospitalización correrá a cargo de la asignación para la Casa del Rey de los Presupuestos Generales del Estado, que para este año es de 7,9 millones de euros.

En sus últimas operaciones, don Juan Carlos optó por centros privados. Spottorno explicó que descartaron que la operación se produjera en EE UU porque en España las condiciones de los centros hospitalarios son “ampliamente suficientes”. El desplazamiento, además, habría multiplicado las especulaciones sobre su salud.

Cabanela tampoco sabe aún si llevará a cabo la operación en una o dos fases, es decir, si se le colocará una prótesis de recambio en una sola intervención, o si primero se sustituirá la actual por una temporal recubierta de antibióticos para ser reemplazada posteriormente por otra en una segunda intervención. Si se realiza en dos fases, el porcentaje de éxito es de entre el 92% y el 94% y si es en una, todavía mayor, aseguró el cirujano.

Spottorno ha confesado que la familia real estaba muy preocupada por la recaída del Monarca, pero que ahora es optimista con la nueva intervención. “En este momento, tanto el propio Rey como su familia sienten un gran alivio al conocer la causa, tenemos unos médicos de absoluta confianza y se puede empezar a ver la luz después de este breve túnel”, dijo.

La recaída del Rey supone un nuevo mal comienzo de curso en la Casa del Rey, donde se intenta desde hace meses contrarrestar el desgaste de imagen por la inoportuna cacería en Botsuana y sobre todo, por el caso Nóos —“un martirio”, en palabras de Spottorno— con la actividad del Monarca. De hecho, el propio don Juan Carlos explicó el pasado julio, durante su viaje de cuatro días a Rabat, que después de romperse la cadera durante el safari había intentado retomar su agenda pública demasiado pronto y su salud se había resentido. “La otra vez corrí y así me fue. Me estaban empujando dentro y fuera de la Casa [del Rey]”, confesó, en alusión a las prisas para volver al trabajo cuanto antes para recuperar el crédito perdido que mostraban todas las encuestas. “Esta vez voy a ir a mi ritmo. Ahora solo pienso en mí”, añadió.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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