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El trazado

La construcción de la curva nunca fue cuestionada por los técnicos ni las instituciones

El diseño de la curva de entrada a Santiago “nunca se cuestionó”, como detalló ayer el presidente de Adif, Gonzalo Ferré. La línea Ourense-Santiago está incluida en la planificación estratégica del organismo desde el año 2000. En 1999 se inició el estudio informativo en un contrato que se otorgó por valor de 570.000 euros. Establecía cinco alternativas para el trazado y todas ellas incorporaban soluciones idénticas para el acceso a Santiago. Es decir, todas proponían la curva presente hoy en Angrois. Ferre aseguró que esas opciones fueron consultadas con diversos organismos, desde la Dirección General de Tráfico, Renfe, los Ayuntamientos afectados o la Xunta de Galicia. "Se recibieron más de 300 alegaciones, ninguna de ellas hacía referencia a ese punto del trazado". La única modificación que se hizo sobre el proyecto inicial consistió en adaptar el ancho de vía convencional a la alta velocidad.

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