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Un inmigrante incrustado en el motor de una furgoneta

La Guardia Civil ha tenido que desmontar una furgoneta para sacar de su interior al 'sin papeles'

Los escondites de las mafias para pasar a los inmigrantes irregulares de Marruecos a las ciudades autónomas o a la Península cada vez son más crueles y peligrosos. Además de lanchas de juguete, los sin papeles cada vez recurren con más frecuencia a los bajos de camiones y otros vehículos. Los asientos delanteros de coches, depósitos de gasolina y salpicaderos también son buenos lugares para camuflarse.  

Un inmigrante incrustado en un asiento.
Un inmigrante incrustado en un asiento.

El último inmigrante localizado en un lugar casi inverosímil ha sido hallado por la Guardia Civil en Melilla. Un varón de 25 años que iba a viajar de polizón en el barco de la línea Melilla-Málaga y que estaba escondido dentro del capó de una furgoneta, con el cuerpo doblado 90 grados y la cabeza abajo, por lo que fue necesario mover el motor y otras piezas para sacarlo.

El conductor del vehículo ha sido detenido e ingresado en prisión como presunto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, ya que se puso en riesgo cierto "sin ningún género de dudas" la integridad física del inmigrante.

Más información
Los precios de la inmigración ilegal: 1.500 euros en balsa, 6.000 en coche
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