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Se acabó el “buenismo”

Al menos nueve residentes en Ceuta fueron a Siria a luchar contra el régimen de Bachar el Asad

Francisco Antonio González, el delegado del Gobierno en Ceuta, llevaba meses denunciando el “buenismo” con el que se trató, en otros tiempos, a los islamistas radicales en la ciudad. Aludía no solo al Gobierno socialista, sino al Ayuntamiento, en manos del Partido Popular, que favoreció la corriente del tablig, fundada en India hace casi un siglo.

De aquellos polvos vinieron estos lodos. Por eso entre abril de 2012 y mayo pasado al menos nueve residentes en Ceuta se marcharon a Siria a luchar contra el régimen de Bachar el Asad, un número elevado en una ciudad en la que viven 46.000 musulmanes. Un centro de investigación vinculado al King’s College de Londres señaló en abril que hasta 600 yihadistas habían salido de toda Europa rumbo a Siria.

A la dejadez denunciada por el delegado en Ceuta se añade —acaso sea aún más decisiva— la ósmosis de la ciudad autónoma con el noroeste de Marruecos. Esa es la zona del país, junto con Casablanca, de donde más jóvenes han partido hacia Siria.

Varios yihadistas ceutíes fueron “enganchados” en Castillejos, la ciudad marroquí colindante con Ceuta. Algunos reclutadores marroquíes cruzaron también la frontera española en busca de adeptos. Pese al fin del “buenismo”, Omar Haduchi, el apóstol del islam radical encarcelado ocho años en Casablanca, logró colarse en Ceuta hace un año y dirigir la oración del viernes en la mezquita Al Tauba.

El diario digital Hespress, de Marruecos, señaló el jueves que las fuerzas de seguridad habían detectado 214 casos de marroquíes que viajaron a Siria. La mayoría de los ceutíes que hicieron el mismo trayecto estuvieron acompañados por marroquíes.

Con la detención, este viernes en Ceuta, de ocho personas supuestamente vinculadas a Al Qaeda, la policía y la Guardia Civil han querido desbaratar una red de reclutamiento. Con este golpe se acabó el “buenismo”.

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El perfil de buena parte de los que aspiran a luchar en Siria no es, sin embargo, el de un terrorista como los que se pusieron en Irak a las órdenes del temible Zarkaui. Muchos son jóvenes suníes que solo quieren acabar con la tiranía alauí de los Asad. Está por ver, además, en qué quedará la operación policial. En 2006 fueron también detenidos en Ceuta nueve supuestos yihadistas sospechosos de atentar en la ciudad, pero en 2012 la Audiencia Nacional les absolvió por falta de pruebas.

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