_
_
_
_
_

El juez interroga a Rato y Aza por la supuesta reunión de Camps y Urdangarin

El expresidente valenciano y el duque de Palma se entrevistaron presuntamente en la Zarzuela

Imagen de la noche electoral tras el 22-M.
Imagen de la noche electoral tras el 22-M.CARLES FRANCESC

El juez José Castró envió a la policía a interrogar el pasado 24 de abril en calidad de testigos a Rodrigo Rato, exvicepresidente en el Gobierno de José María Aznar, y Alberto Aza, jefe de la Casa del Rey entre 2002 y 2011, para aclarar la supuesta reunión de negocios que Iñaki Urdangarin y su exsocio, Diego Torres, organizaron, según Torres, en La Zarzuela en 2004, con el entonces presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Aza aseguró que no recordaba que tal reunión se hubiese producido, y Rato —interrogado por haber asistido ese día a un almuerzo previo en la residencia de los Reyes—, que no tenía noticia de dicho encuentro y que además, no conocía a Torres.

Castro abrió hace dos meses una pieza secreta en la causa para contrastar las versiones sobre esa supuesta reunión. Ayer la destapó y pasó a las partes.

Torres mantiene que la cita en La Zarzuela existió. Marcó en el calendario una fecha, el 29 de enero en 2004, momento en que se cerraron las bases para acuerdos millonarios, por 3,5 millones de euros entre las Administraciones valencianas y el Instituto Nóos. En concreto, para la financiación de tres ediciones del Valencia Summit y la preparación de unos Juegos Europeos que nunca llegaron a celebrarse.

Para demostrar la verosimilitud de ese encuentro palaciego y la complicidad del yerno del Rey con la alcaldesa de Valencia, Torres facilitó al juez una serie de correos electrónicos. Pero el exsocio de Urdangarin es el único en mantener que tal cumbre se celebró en La Zarzuela. Camps, Urdangarin y Barberá la niegan.

El equipo de seguridad de la residencia de los Reyes lleva un registro de las entradas y salidas del complejo de La Zarzuela, pero, pasados cinco años, según fuentes próximas a la Casa del Rey, ese registro se destruye, pues la ley no obliga a conservar esos datos durante un periodo más largo. La supuesta reunión entre Urdangarin, Torres, Camps y Barberá se produjo en 2004, por lo que ya no estaría en ese registro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_