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ETA crea una secretaría internacional para impulsar una negociación

El órgano tratará de forzar una negociación con los Gobiernos de España y Francia

La dirección de ETA ha acordado constituir una secretaría internacional para impulsar el “frente negociador” y tratar de forzar una negociación con los Gobiernos de España y Francia, según fuentes de la lucha antiterrorista. La decisión de la cúpula etarra ha sido comunicada recientemente a los militantes de la banda dentro del debate interno iniciado la pasada primavera para decidir si se confirmaba el abandono de la violencia anunciado por ETA el 20 de octubre de 2011.

El debate, que dura ya más de un año, se halla en la fase final. La decisión de anunciar el final del terrorismo fue tomada por la cúpula de ETA, que solo consultó con el llamado Zuba-hitu, una especie de consejo asesor de exdirigentes de la banda encarcelados formado por menos de una veintena de componentes.

La información transmitida a su militancia no precisa la composición de esta estructura

Con el debate se pretende que la base de la banda ratifique el abandono de la violencia. La actual dirección de ETA ha incluido recientemente entre la documentación del debate el anuncio de formar una secretaría internacional para impulsar el frente negociador. La información transmitida a su militancia no precisa la composición de esta estructura ni si estaría formada por las mismas personas que han formado la delegación de ETA en Noruega desde noviembre de 2011 hasta el pasado febrero.

Desde que anunciase la tregua de enero de 2011, ETA ha puesto gran esperanza en que personalidades internacionales presionen a los Gobiernos de España y Francia para que accedan a sentarse a negociar.

Los verificadores

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La insistencia de la banda en dar un papel relevante a personalidades internacionales contrasta con el reciente desencuentro con la Comisión Internacional de Verificación, que lidera Ram Mannikalingam.

Miembros del grupo de verificadores se reunieron con ETA en Noruega en enero y le pidieron nuevos pasos hacia el desarme o el anuncio de su disolución. La negativa de la banda a cualquier nuevo compromiso en ese terreno provocó que el Gobierno noruego expulsara a los tres representantes de la organización terrorista a mediados de febrero.

Las diferencias con los verificadores quedaron patentes en el comunicado etarra del 27 de marzo, en el que aseguraba que el desarme “está fuera del mandato que recibió el Comité Internacional de Verificación en su creación y, por eso, no ha estado ni está en la agenda de trabajo de ETA ni del Comité”.

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