_
_
_
_
_

El triángulo de los duques imputados

Los ‘yayoflautas’ mallorquines protestan contra la Infanta junto al juzgado

Luz Sánchez-Mellado
Un operario retira la placa de la calle de Los duques de Palma de Mallorca, el pasado febrero.
Un operario retira la placa de la calle de Los duques de Palma de Mallorca, el pasado febrero. Tolo Ramón

Puede que Cristina de Borbón y Grecia no haya pisado nunca este dédalo de calles a tiro de piedra pero en las antípodas de la zona más chic de Palma. Ni que jamás pensara pisarlas a la fuerza. Sin embargo, el resto de su vida pública se decide en este cogollo. Un triángulo formado uniendo imaginariamente las sedes de los juzgados, donde el juez Castro dictó su imputación; la fiscalía, donde el fiscal Horrach presenta hoy su recurso; y la Audiencia Provincial, donde los magistrados Diego Jesús Gómez-Reino, Juan Jiménez, y Mónica de la Serna decidirán si, finalmente, la hija del Rey desciende la cuesta que su esposo ha bajado ya dos veces.

Si ese triángulo fuera rectángulo, la hipotenusa sería la hasta febrero conocida como Rambla de los Duques. Un pergamino de granito informa al viandante de que “les ducs” ya no merecen tal honor por decisión del Ayuntamiento, y de que se halla en “La Rambla”, a secas. Una de las arterias del tráfico y la actividad económica de una ciudad de 420.000 habitantes —la mitad de Baleares— con 38.000 parados —casi la mitad que el archipiélago— en la que ayer no se hablaba de otra cosa. Cristina, Cristina y Cristina.

Vecinos, turistas, políticos, empresarios, inmigrantes, hasta los críos en las escuelas. En público, midiendo las palabras. En privado, por los codos. Los letrados de los tres palacios de justicia, los primeros. Los veladores del Celler de Sa Premsa, a las puertas de la fiscalía, y Es Suprem, la cafetería más fotografiada de España y puede que del globo por hallarse en lo alto de la pendiente del juzgado, bullían de leguleyos cambiando impresiones al respecto. Que si esto va para adelante. Que si esto no va a ningún sitio. Que si qué momentazo. El juez Castro, sin embargo, solo se dejó ver para entrar y salir de su despacho. Ni ir a orinar le dejaban cámaras y micrófonos, sin acribillarle a preguntas sin respuesta.

Castro era ayer el héroe de la veintena de mayores —los Padrines y Padrins, los yayoflautas mallorquines— que se concentraban en la plaza de España para protestar contra los recortes. Abuelos como Gabriel Huguet, de 66 años, jubilado de Telefónica, que mantiene a su hija de 26, logopeda en paro. O como Maena Juan, una elegantísima octogenaria, exgobernanta de hotel, que sale a manifestarse “desde el 15-M”. Para Meana y Huguet, la imputación de la Infanta ha supuesto una “alegría”. “Es ignominioso que, mientras nosotros padecemos recortes en salud, ellos usaran una ONG para sus corruptelas”, deploraban.

Cerca, bajando por la calle Olmos, el centro de ese triángulo de los duques imputados, un hormigueo de gente atestaba la típica vía comercial de una capital de provincias. Mucha sucursal bancaria, mucha oficina de telefonía, mucha moda a bajo coste, las suculentas cocas y robiols del Forn Son Ferriol como todo lujo, y un goteo constante de parados dejando currículos para la temporada alta de turismo. Nada que ver con Marivent, Puerto Portals, el Born o el Club Náutico, el hábitat de Cristina en la isla. Aún no es seguro cuándo bajará la cuesta, si es que la baja. Pero ya hay quien ofrece vistas al espectáculo. “Tengo un balcón encima de Es Suprem. Las mejores fotos, garantizadas”, ofrece un espontáneo al que se le pregunta por otra cosa. Para algunos no hay mal que por bien no venga.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_