_
_
_
_
_

El conde de Fontao reitera que instó a Urdangarin a dejar sus negocios

Pons declara al juez que el duque y Bañuelos le pidió recalificar un parque

Esteban González Pons sale de los juzgados de plaza de Castilla, en Madrid, tras declarar como testigo ante el juez del caso Nóos.
Esteban González Pons sale de los juzgados de plaza de Castilla, en Madrid, tras declarar como testigo ante el juez del caso Nóos. SAMUEL SÁNCHEZ

José Manuel Romero, conde de Fontao, asesor legal del Rey y segundo alto funcionario de la Zarzuela que aparece relacionado con el caso Nóos —que investiga la supuesta corrupción de Iñaki Urdangarin—, aseguró ayer que no intervino directamente en ninguna de las actividades bajo sospecha del yerno del Rey. Lo hizo en Madrid ante el juez del caso, José Castro, y el fiscal Pedro Horrach.

Romero aseguró que quiso cortar toda relación de la infanta Cristina y del entorno de la Casa del Rey con los negocios privados del duque de Palma. Aseguró que en 2006 advirtió en La Zarzuela, con el jefe de la Casa del Rey, “cosas que no le gustaban” de las actividades del yerno de don Juan Carlos, y que por ello aconsejaron a Urdangarin que se apartara del tráfico mercantil. Nada ilegal, subrayó. Pretendieron evitar, dijo, que el duque de Palma se valiera de su rol e influencia, pues “no entraba dentro de las normas mostrar las tarjetas para actividades privadas”. Para ello se le encargó que dejara el Instituto Nóos y Areté, que “se neutralizó”, y se le conminó a que abandonara sus actividades privadas. El juez Castro manifestó en un momento dado que la versión de Romero “no es creíble”, según fuentes presentes en la declaración. El conde de Fontao aparece citado en distintos documentos y e-mails del sumario por su papel de emisario real y tutor de Urdangarin.

El vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, también compareció ante el juez como testigo. Acudió en su condición de exconsejero de la Generalitat Valenciana porque firmó un convenio con el Instituto Nóos, que supuso para Urdangarin y Torres cobrar 382.203 euros por los jamás realizados Juegos Europeos de 2006. El dirigente del PP aseguró que con su firma, por delegación, no se pagó “ni un euro público” a Urdangarin.

Se mostró incómodo porque se le relacionase durante mucho tiempo con quienes facilitaron pagos a Nóos e insistió en que su rúbrica no tuvo trascendencia económica.

El diputado explicó además, a puerta cerrada, que Urdangarin le planteó en 2006 construir un puerto deportivo y un complejo residencial en una zona de la Albufera de Valencia, para lo que era necesaria una planificación urbanística excepcional. Pons identificó como promotor de la operación y acompañante del yerno del Rey a Enrique Bañuelos, antiguo empresario de Astroc.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_