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ETA vuelve a plantear la negociación de un acuerdo sobre presos y desarme

Dice que aún "hay riesgo real de dejar sin salida el proceso" y "frustrar la oportunidad de paz" Reivindica la vuelta a casa de presos y exiliados y la salida de las Fuerzas Armadas de Euskadi

ETA se ha visto obligada a actualizar sus conocidas exigencias, consciente del escaso eco que le presta el Gobierno Rajoy hasta que no decida disolverse. En un comunicado que este domingo detalla íntegramente el diario abertzale Gara, la banda terrorista sitúa el final de la “confrontación armada” sobre la base de una negociación con España y Francia, dirigida a resolver “mediante plazos” estas tres reivindicaciones: la vuelta a casa de los presos y exiliados, el desarme de los activistas de ETA y la salida de las Fuerzas Armadas de Euskadi.

El Gobierno español no ha entrado siquiera en valoraciones sobre esta propuesta. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, recordó ayer a ETA que el único comunicado que espera “es el que anuncie su disolución”. Y esta mañana, tras conocer el comunicado íntegro ha asegurado que no hay nada que negociar con ETA, y ha exigido a la banda su "disolución incondicional" cuanto antes.

"Ni hemos negociado ni vamos a negociar en absoluto con una banda terrorista", ha afirmado en declaraciones a los periodistas tras votar en las elecciones catalanas, y ha reiterado que el Gobierno trabaja por la disolución de la banda.

ETA advierte en el texto que aún "hay riesgo real de dejar sin salida el proceso" y "frustrar la oportunidad de paz". También recuerda los precedentes del pasado que han prolongado el "conflicto" y expone que "también ahora hay un riesgo real de dejar sin salida el proceso". No obstante, incide en su determinación firme y concluye exponiendo que "ETA seguirá sosteniendo firmemente la oportunidad de solución". Una voluntad que la dirección etarra niega a los Gobierno español y francés a los que acusa de "cerrar la puerta al diálogo" y avanzar "en dirección contraria a la solución, dentro de una agenda para frustrar la opción de paz".

 Como ya ocurriera cuando ETA anunció el pasado año su renuncia a la violencia, este comunicado llega días después de la Conferencia de Paz de Aiete. Entonces, en octubre de 2011, el grupo de contacto internacional que lidera el abogado surafricano Brian Currin allanó la esperada decisión de la banda terrorista con un documento de consenso dirigido a buscar por la vía de la negociación la resolución del denominado conflicto vasco. Ahora, cinco días después de que Jonathan Powell, uno de los miembros del equipo internacional, repasara con varias delegaciones políticas y sociales en San Sebastián el grado de cumplimiento —bien escaso— de aquellas conclusiones, ETA recuerda sus exigencias. Precisamente en su comunicado, recuerda que “hay razones sólidas” para que la comunidad internacional persevere en su esfuerzo “por lograr una resolución”.

ETA asegura que si se cumplen las tres peticiones llegará “el final definitivo de la confrontación armada”. No obstante, la propia banda reconoce su “preocupación” por la “involución” que advierte en los gobiernos español y francés y “en algunos partidos” para abordar esta negociación, aunque ve en la sociedad vasca “fuerza suficiente” para romper este bloqueo.

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