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La corrupción convierte la campaña catalana en la más dura en 25 años

Mas acusa directamente a Rajoy de estar “al corriente” del borrador policial

La crisis institucional a largo plazo que implica la apuesta soberanista de Artur Mas se ha visto superada por otra mucho más inmediata en las últimas horas de la campaña electoral catalana. Las acusaciones de corrupción a cuenta del supuesto borrador policial que incriminaba al líder de CiU han convertido esta campaña en la más dura de los últimos 25 años. La espiral culminó ayer con Artur Mas acusando directamente a Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno, de estar al corriente de la guerra sucia de la que se siente víctima; con el fiscal general del Estado descalificando al fiscal superior de Cataluña por querer investigar la filtración del borrador policial; y con el enfrentamiento público de la Policía con el juez del caso Palau. Lo nunca visto en campaña electoral.

Artur Mas ha visto cómo la filtración del borrador policial que le acusaba de tener cuentas en Suiza con dinero procedente del Palau de la Música ha desbaratado su estrategia de centrar la campaña en hablar del proceso soberanista. A pesar de ello, la gravedad de las acusaciones, el momento de su filtración y las enormes dudas sobre la veracidad y procedencia de las informaciones han hecho que Convergència haya convertido los ataques en un argumento a su favor: van contra las aspiraciones de Cataluña, repite Mas de forma incesante.

El presidente del Gobierno tacha de “falsedad” que él conociera el informe

El tono de las acusaciones subió ayer al máximo nivel. Si hasta ahora Mas atribuía a las cloacas del “Estado”, sin señalar a nadie concreto, como responsable del borrador policial y su difusión, ayer apuntó directamente al presidente del Gobierno. “Seguro que está al corriente de todo esto”, dijo el líder de CiU. “Si lo quisiera impedir lo habría hecho; no es ajeno a lo que está pasando porque es la estrategia del PP y todos están implicados en la operación de intentar cambiar la voluntad del pueblo de Cataluña”, dijo Mas en declaraciones a la emisora RAC1.

La gravedad de las acusaciones de Mas a Rajoy obligó ayer al presidente del Gobierno a entrar en el asunto, algo que había evitado en los dos mítines que ha dado durante esta semana en Cataluña. “Soy el presidente del Gobierno y tengo que ser prudente, pero es simple y llanamente una falsedad”, afirmó Rajoy a su llegada al Consejo Europeo de Bruselas.

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Mas volvió a negar ayer todas las acusaciones y remarcó que el informe sigue sin aparecer. “El borrador no sale, es una intoxicación. Todavía no han encontrado el informe, pero ¿quién ha dimitido?”, se preguntó antes de reiterar que sus únicas cuentas corrientes están en Cataluña. Además, garantizó que no ha recibido “ni un euro” de su padre, fallecido en marzo, porque la beneficiaria de la herencia es su madre. El presidente de la Generalitat ha asegurado que dimitirá si se demostrara su implicación en un caso de corrupción.

El debate continuará en el Congreso. El portavoz de CiU Josep Antoni Duran i Lleida, mostró ayer su indignación por la negativa del PP a forzar la comparecencia inmediata del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y del de Hacienda, Cristóbal Montoro. Duran exigió a Montoro que diga públicamente que Mas no tiene cuentas en Suiza. Si no lo hace, añadió, “no tendrá que extrañarle que un día le repruebe”.

Las acusaciones directas al presidente de la Generalitat han motivado un vuelco en la campaña electoral catalana que ya antes de este episodio era trepidante por dos motivos. El primero, el debate público sobre una eventual independencia de Cataluña; el segundo, el debate que CiU ha querido silenciar sobre la intervención económica en la que se encuentra de facto la Generalitat al haber tenido que recurrir al fondo de liquidez autonómica para conseguir más de 5.400 millones de euros.

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