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“Pasaremos la Navidad en casa”

La movilización social frenó en la huelga el desahucio de una pareja de invidentes con dos hijos

Vídeo: ISIDRE GARCÍA PUNTÍ
Jessica Mouzo

Una operación a dos bandas, con la ocupación de sendas oficinas del BBVA en Barcelona y Mataró, logró el pasado miércoles, aprovechando la huelga general, abortar el desahucio que pesaba sobre una pareja de invidentes con dos hijos. Fueron los yayoflautas —la sección senior de los indignados—, con el apoyo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y más de un millar de vecinos, los que ejecutaron la protesta. La entidad financiera aceptó suspender indefinidamente el desalojo de la familia, previsto para el 25 de enero de 2013.

“Al menos estas Navidades las vamos a poder disfrutar en casa. Ya me imaginaba recogiendo todo y haciendo cajas para irnos”, confiesa Dolors Carmona. Ella y su compañero, Munir Attu, viven desde hace ocho años en un piso de Mataró con los dos hijos de ella, Víctor de cuatro años y Naira, de año y medio, que también es ciega. En 2009, ambos se quedaron sin trabajo y ya no pudieron hacer frente al pago de su hipoteca.

La pareja se enfrentaba al mismo incierto futuro que las cerca de 400.000 familias desahuciadas en España en los últimos años por la crisis. Pero el pasado miércoles, por la mañana, dos grupos de yayoflautas ocuparon las oficinas bancarias con la intención de permanecer en ellas hasta que la entidad se decidiese a detener la acción judicial iniciada contra la familia.

‘Mossos’ como testigos

“Al principio estaban muy reticentes al diálogo, pero con el apoyo de mucha gente conseguimos que suspendiesen el desahucio sine die”, explica Dolors. Según el portavoz de la PAH de Mataró, Sebastiá Tenés, los Mossos d’Esquadra, que se personaron en la sucursal, “actuaron como testigos” de lo que prometió la entidad.

Dolors firmó una hipoteca de 152.000 euros a 30 años en 2004, pero con la última subida del euríbor y tras perder su trabajo, no pudo afrontar al pago de los 920 euros mensuales que le requería su banco. “No me dieron ninguna opción para solucionar el problema con una dación en pago o un alquiler social. Si me hubiesen dado esta alternativa, nos habrían ahorrado mucho sufrimiento”, sentencia la catalana.

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La familia, que subsiste con las pensiones por invalidez y las ayudas sociales, se enfrentaba a la tercera orden de desahucio. La primera la paró el Ayuntamiento de Mataró en mayo. La segunda, la PAH en julio. “Yo tenía miedo. Me veía en la calle. Naira es muy pequeña y no se entera, pero a Víctor ya lo preparaba diciéndole que nos iba a ver en los periódicos, que a lo mejor nos íbamos de casa...”, recuerda Dolors.

Al final, la movilización social y los colectivos que se fueron sumando a la acción de los yayoflautas el miércoles lograron paralizar el desahucio. Ahora queda esperar por la propuesta que el BBVA hará a la familia.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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