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Cospedal marca territorio ante Arenas en Andalucía

La ‘número dos’ del PP insinúa que el dirigente andaluz conspira contra Zoido

Cospedal, en Fuengirola.
Cospedal, en Fuengirola.Jorge Zapata (EFE)

La crisis interna del PP andaluz por el traspaso de poder entre Javier Arenas y Juan Ignacio Zoido va tomando forma. Han bastado un par de crónicas periodísticas sobre la inquietud que se extiende en el partido por la falta de empuje de Zoido frente a la cada vez más crecida figura del socialista José Antonio Griñán para que salten todos los resortes y el malestar soterrado se coloque en primera línea. La número dos del PP nacional, Dolores de Cospedal —artífice directa de la elección y ascenso autonómico del también alcalde de Sevilla—, le dio cuerpo este martes a lo que hasta ahora era un runruneo de pasillo y proclamó en Málaga que el liderazgo de Zoido es “inapelable, magnífico e incuestionable”.

Se trata de un golpe de autoridad que persigue cortar de tajo las especulaciones sobre la urgente necesidad de elegir cuanto antes al candidato a la Junta en 2016 y la maraña de intrigas de quienes aspiran al cargo. Desde que el pasado julio Juan Ignacio Zoido se hizo cargo del PP de Andalucía —tras la salida apresurada de Javier Arenas, referente de la derecha regional durante 19 años—, el nuevo líder advirtió que su ambición era repetir en la alcaldía de Sevilla. Traducido al ámbito de la política autonómica, esto significa que su presidencia es transitoria y que no será el candidato a la Junta.

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Cospedal asestó el mencionado golpe de autoridad sobre las espaldas de Javier Arenas, vicesecretario de Política Autonómica y Local, a quien percibe como una amenaza en la sede de Génova. “No saben de lo que están hablando aquellos que se refieren a la provisionalidad [de Zoido], y que hay alguien que ya no está en el PP andaluz ejerciendo la presidencia y que vaya a volver a estar”, espetó en un acto al que acudió a arropar a la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña. Por si quedaba alguna duda, Cospedal fue aún más explícita: “Se equivocan quienes tienen la intención de hacerle el juego a los que gobiernan en Andalucía y se dan palmaditas olvidándose de tiempos pasados”.

La viva descripción de la dirigente popular se corresponde con una fotografía, tomada el pasado pleno parlamentario, de Arenas y Griñán departiendo como dos amigos cómplices. Una imagen cargada de significado que los partidarios de Zoido no consideran casual y que interpretan como un intento de Arenas de menoscabar a su sucesor. El detalle cobra mayor relevancia si se une a las constantes referencias que hace el presidente de la Junta de sus charlas con Arenas sobre los asuntos de Andalucía que se cuecen en Madrid.

Los dirigentes del entorno del alcalde de Sevilla admiten que los movimientos internos para zarandear la silla del ahora líder del PP andaluz son ciertos, sobre todo por quienes se ven con posibilidades de sustituirle en un plazo medio. Pero leen las palabras de Dolores Cospedal en otra clave: su lucha personal con Javier Arenas por el poder en la calle Génova. Según estas fuentes, a la también presidenta de Castilla-La Mancha le produjo un fuerte malestar una información de La Vanguardia que sostenía que Mariano Rajoy había elegido al dirigente andaluz como interlocutor para reconducir el conflicto con Cataluña. El diario citaba fuentes gubernamentales y el propio Arenas tuvo que salir a desmentirla.

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