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AGE se impone en las urbes coruñesas

El PP consigue un escaño más y los socialistas se quedan con tres menos

Es la primera vez que A Coruña, la provincia con más votantes y más diputados en juego (24 de los 75 de la Cámara autonómica), acude a unas elecciones gallegas con el PP gobernando con mayoría absoluta sus tres ciudades. Y el partido de Alberto Núñez Feijóo asienta, al retener el 45% de los votos emitidos, su liderazgo en lo que ha sido el principal granero de votos de la izquierda y los nacionalistas.

Pero Alternativa Galega de Esquerda (AGE) le arrebató ayer al PP el protagonismo en la provincia: la coalición liderada por Xosé Manuel Beiras y Yolanda Díaz, de Esquerda Unida, desbancó a los socialistas en sus hasta ahora más firmes bastiones de voto urbano, alzándose a la segunda plaza en A Coruña, Santiago y Ferrol. Aunque en esta última ciudad fue por un único voto.

Los populares, pese a perder más de 53.000 papeletas desde 2009, logran aumentar de 12 a 13 escaños su representación en la Cámara. Pero perdieron en la capital gallega y en A Coruña hasta cuatro puntos en esta última legislatura, la primera de Feijóo al frente de la Xunta.

Los socialistas, que pasan de ocho a cinco escaños con el exministro Francisco Caamaño en el cartel electoral, mantienen su segunda plaza en el conjunto provincial por poco margen. Solo superaron en unos 10.000 votos y dos puntos (18,6% frente a 16,6%) a la alianza de Beiras y Díaz. AGE dio doblemente la campanada con esa victoria en A Coruña y sobre todo en Santiago, donde cosechó uno de cada cinco votos emitidos en ambas ciudades.

El revés para el BNG en A Coruña, donde encabezó la candidatura su aspirante a la Xunta Francisco Jorquera, también es importante. Los nacionalistas retrocedieron a niveles de 1989, quedándose con la mitad de sus diputados (dos).

La abstención, un 38%, en la provincia tan solo subió un punto. Pero se dispararon los votos en blanco o nulos, que superaron el 5%, el mínimo para entrar en el reparto de escaños de aglutinarlos una formación.

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51% de respaldo al PP en Lugo

Lugo ha vuelto a movilizarse mayoritariamente por el PP. No solo fue ayer de nuevo la segunda provincia con mayor participación electoral, sino que también suma un escaño de los tres que gana en el conjunto de Galicia la mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijóo en el Parlamento autónomo: obtuvo nueve diputados lucenses, uno más que en 2009 pese a perder más de 28.000 papeletas, con la delegada provincial de la Xunta, Raquel Arias, encabezando su cartel. El aumento de la abstención en un punto benefició a los conservadores, que lograron superar la barrera del 51% de los votos emitidos.

Los socialistas pierden 10 puntos. No obstante, con Concepción Burgo como cabeza de lista, logran con la mitad de los sufragios cosechados hace cuatro años contener, en la única provincia gallega en la que gobiernan la Diputación, el descalabro que sufrieron en otras provincias gallegas. Se quedan con cuatro asientos en el Pazo do Hórreo, uno menos que en 2009.

Y al igual que en el resto de Galicia, la gran sorpresa es la irrupción de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), cuyo número uno en Lugo, Ramón Vázquez Díaz, de Esquerda Unida, es desde anoche su primer y único diputado electo en esta circunscripción. Con más del 10% de los sufragios emitidos en la provincia, la coalición estrenada en estas elecciones supera en dos puntos al BNG, relegado a la cuarta posición.

Estos últimos solo conservan uno de los dos escaños que tenían en el Parlamento gallego. Aunque si se agrupan los resultados del Bloque y AGE, la izquierda nacionalista alcanza un 19% de los sufragios, cuatro puntos más que hace cuatro años.

En Lugo capital, con alcalde socialista, Xosé López Orozco, la abstención fue la protagonista, con un 37,5%, la más alta de las registradas en las siete ciudades gallegas.

En Ourense aumenta la participación

El PP sumó un escaño a la representación que tenía en la pasada legisltaura, para situarse con ocho en la actual. El PSOE perdió uno —se queda con cuatro— y otro el el BNG, para quedarse con uno, lo mismo que Alternativa Galega de Esquerda (AGE). En Allariz, referente singular del nacionalismo, el BNG perdió 10 puntos, los que obtuvo AGE. Esas diferencias se mantuvieron en la capital provincial, donde el PSOE perdió 10 puntos y seis, el PP. La provincia registró la mayor participación, el 66,88% del electorado, dos puntos por encima de las anteriores elecciones autonómicas.

Este incremento de la participación presenta, sin embargo, algunos referentes contaminados, como denunciaron PSOE y AGE en el transcurso de la jornada electoral. Acusaron al PP de volver al “juego sucio” y las “prácticas caciquiles” en la provincia por el “carreteo” de votos, manipulación de papeletas y otras diversas irregularidades. Según esas denuncias, discapacitados de una residencia del barrio de Rairo y unos 300 residentes de una residencia de ancianos del municipio de Ramirás fueron llevados a votar en autobuses. “Con el sobre en la mano y en silla de ruedas, eran conducidos por personal religioso a votar”, indican las citadas fuentes, que identificaron a “muchos de ellos con Alzheimer avanzado, hasta el punto de no recordar su propio nombre”.

Por otra parte, AGE denunció que un autobús, serigrafiado con lemas de campaña del PP, estaba aparcado delante de una mesa electoral en el Ayuntamiento orensano de Esgos, aunque lo prohíbe la Ley Electoral.La misma formación denunció el caso de un interventor del PP que coaccionó a la mesa de O Polvorín, de manera que apoderados de AGE debidamente acreditados no pudieron realizar su labor. Estas vergonzosas irregularidades fueron denunciadas ante la Junta Electoral.

Pontevedra mantiene la solidez de Feijóo

El PP mantiene sus 11 escaños de la legislatura anterior y el PSOE pierde dos, para quedarse con cinco; el BNG, uno, para quedarse con tres, y entra con fuerza la Alternativa Galega de Esquerda (AGE), que iguala los del Bloque, pero situándose como tercera fuerza.

La apuesta del PP en la provincia fue firme, presentando su lista más potente y no solo porque la encabezaba su presidente y a la vez de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sino porque se arropó en los siguientes cinco puestos con cuatro de sus conselleiros —Alfonso Rueda, secretario general del partido en Galicia, como número dos— más la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo. La participación apenas cayó un punto con respecto a la anterior convocatoria autonómica.

En Vigo, la ciudad más poblada de la provincia y con alcalde socialista, Abel Caballero, PP y PSOE y BNG, las tres fuerzas parlamentarias y con representación municipal, cayeron las tres entre siete y ocho puntos. Los de izquierda fueron rentabilizados por AGE, que obtuvo casi el 20% de los votos. En la capital provincial, el BNG no solo aguantó el tirón, sino que creció dos puntos, mientras que el PP, aunque siguió en cabeza, perdió seis; el PSOE se desplomó 12 puntos, casi tantos como obtuvo AGE (el 13,25%, con el 94% del voto escrutado).

El PP consiguió mantenerse como fuerza mayoritaria en casi todas las poblaciones intermedias de la provincia, donde la tónica dominante abunda en el desplome del PSOE y la ocupación por AGE del espacio que antes ocupaba el BNG.

Las expectativas que había generado Mario Conde, candidato de estreno con su partido Sociedad Civil y Democracia (SCD), sobre su arrastre, en detrimento del PP, se quedaron en agua de borrajas. Sus resultados solo supusieron el 1,75% de los votos emitidos.

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