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“Granados se encontró el espionaje” a cargos del PP, según un imputado

José Manuel Pinto, supuesto autor de las anotaciones manuscritas en los partes de vigilancia, pide que comparezca el exconsejero de Esperanza Aguirre

José Manuel Pinto testifica ante la juez en abril de 2010.
José Manuel Pinto testifica ante la juez en abril de 2010.

El funcionario de la Comunidad de Madrid José Manuel Pinto, supuesto autor de las anotaciones manuscritas en los partes del espionaje a cargos del PP, Manuel Cobo y Alfredo Prada, por agentes del Gobierno de Aguirre, puso este miércoles en un brete a la juez que investiga, tras dos archivos y dos forzadas reaperturas, dicha causa. Tras asegurarle que él supo por boca del ex consejero de Interior, Francisco Granados, que el autor de los partes era el entonces subdirector de Seguridad, Miguel Castaño, su letrado solicitó la comparecencia como testigo del hoy senador popular. Ex colaboradores de Granados sostienen que dicha imputación es falsa y que nunca le trasladaron la acusación contra Castaño, ni éste se confesó culpable.

El problema es que Pinto sostiene que tal acusación de Granados fue formulada ante otros tres colaboradores del consejero de Interior: el ex policía Marcos Peña, su jefe de Gabinete, Ignacio Palacio, y su propio ex jefe directo, José Palomo. El letrado de Pinto explicó a la salida de la comparecencia lo que Granados le dijo a su cliente: “Perdona, yo he desconfiado de ti. Pero ahora te puedo asegurar que ya no desconfío de ti. Castaño ha reconocido que él es el autor de los textos manuscritos en los partes”. De esta supuesta escena, el abogado extrajo una clara conclusión personal: “Granados no sabía nada de este asunto [el espionaje], sino que fue una sorpresa mayúscula cuando se encontró con todo eso”.

El problema es que la escena se produjo en 2010, tras destapar este diario los partes del espionaje, y ninguno de los personajes aludidos por Pinto, ni él mismo, informó de tan trascendente información a la juez del caso. Por otro lado, su afirmación sobre la identidad del autor de las anotaciones manuscritas en los partes choca con varios hechos: los peritos policiales y los peritos contratados por este diario ratificaron que la letra era de Pinto. Pero incluso sus compañeros de trabajo aseveran que la letra es suya y no de Castaño. Por contra, matizan que Castaño nunca fue hombre de confianza de Granados, sino del entonces vicepresidente primero y hoy presidente, Ignacio González. Este último, por otro lado, era el alto cargo del Gobierno de Aguirre que despachaba telefónicamente con el ex director general de Seguridad, Sergio Gamón, según denunció la ex esposa de este último, Yolanda Laviana.

El ex abogado de José Manuel Pinto, Enrique Molina, le preguntó molesto por qué no le habló nunca de este asunto. Pinto le replicó que él declaró lo que le ordenó “la línea de defensa y la organización”. Molina resaltó la coincidencia de su denuncia ante Asuntos Internos con su demanda laboral.

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