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cita con las urnas en euskadi

Elecciones vascas para un otoño caliente

El adelanto de los comicios agita un curso marcado por el segundo rescate y más ajustes Primera cita con las urnas autonómicas sin amenaza de ETA

El socialista Patxi López despejó ayer la duda que planeaba sobre el escenario político de Euskadi desde que el PP rompiese el pasado 7 de mayo el pacto que garantizaba al lehendakari mayoría absoluta en la Cámara de Vitoria: la fecha de las próximas elecciones. Los vascos irán a las urnas el 21 de octubre, al día siguiente de que se cumpla el primer aniversario del cese definitivo de ETA. Supone una simbólica coincidencia que el Gobierno vasco asegura que no es intencionada, pero que realza, siquiera por la cercanía, a un lehendakari que ha visto bajo su mandato el final del terrorismo, “el mayor logro de la época democrática de Euskadi”, como el propio López señaló ayer al anunciar su decisión.

El adelanto electoral en Euskadi —la legislatura concluía en febrero— agita la escena política en España. El Gobierno de Mariano Rajoy afronta el otoño más complicado económica y socialmente en décadas. Con el rescate a los bancos y la posibilidad de otro aún más amplio pendiendo como una sombra, con los sectores sociales más afectados por el mayor recorte de la democracia camino de unos meses de movilizaciones y protestas, Rajoy y el PP se van a enfrentar a los primeros comicios que van a permitir chequear en las urnas el efecto de su política de ajuste.

Las encuestas dibujan mayoría independentista en el Parlamento vasco

A ello se suma la posibilidad, apuntada por todas las encuestas, de una clara mayoría soberanista en la Cámara, entre un PNV que quiere hacer de la nueva legislatura la de la demanda de un “nuevo estatus” político para Euskadi y una izquierda abertzale que vuelve a la Cámara desde que la abandonase en 2009 por la ilegalización de Batasuna. Por vez primera en la historia, la izquierda independentista parte, tras los éxitos de Bildu y Amaiur en las municipales y forales y en las generales del año pasado, con posibilidades reales de disputarle la primacía en unas autonómicas al PNV.

Los comicios serán al día siguiente del aniversario del cese de ETA

Desde el fracaso del plan Ibarretxe y la llegada de los socialistas a Ajuria Enea, las tensiones soberanistas habían desaparecido casi en Euskadi y ahora pueden rebrotar para complicarle el escenario a Rajoy. Y, más aún, cuando el Gobierno catalán está decidido a lograr un nuevo pacto fiscal con el Estado que alivie su penuria financiera, pacto precisamente similar al Concierto Económico vasco. “A lo mejor Rajoy no está incómodo con que no se hable solo de recortes”, reconoce un dirigente popular, consciente de la factura que podría pasarles las políticas de ajuste duro.

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Ese factor de incertidumbre cuando Rajoy precisa de más tranquilidad para afrontar un rescate que, previsiblemente, ensombrecerá su imagen como gobernante, se añade a la posibilidad de que, en efecto dominó, el presidente gallego, el popular Alberto Núñez Feijóo, decida también disolver anticipadamente su Parlamento y hacer coincidir, como en 2009, ambas elecciones. El PP gallego mantiene que un adelanto no condiciona otro. Núñez Feijóo tiene hasta el próximo martes para concretar si quiere la coincidencia.

Tras varios meses diciendo, tanto él como su partido, que su voluntad era agotar la legislatura, aunque para ello no iba a “arrastrarse” políticamente, López defendió ayer el adelanto con el argumento de que los ciudadanos deben poder elegir “el modelo y los objetivos” con los que gestionar la crisis. El Gobierno vasco considera que ha cumplido ya sus objetivos y puesto en marcha las medidas con las que hacer frente a la crisis, compensar los recortes de Rajoy y evitar nuevos ajustes en Sanidad, Educación y servicios sociales, la línea roja que López se había comprometido en múltiples ocasiones a no traspasar. “Alargar por alargar no tiene sentido”, aseguran fuentes de su entorno. Y el Gobierno considera que no tendrá problemas para cumplir este año el objetivo del déficit del 1,5% y dejar a su heredero —las encuestas dan como favorito a Iñigo Urkullu— unas cuentas saneadas.

Patxi López asegura que intenta evitar nuevos recortes con la convocatoria

En ese escenario, de no adelantar los comicios, Patxi López debería haberse embarcado en la elaboración de un nuevo presupuesto más restrictivo sin tener claro ni el cierre de la recaudación este año —con un descenso medio hasta julio en torno al 2,6%— ni, sobre todo, cuál será su evolución en 2013. El Gobierno depende para sus cuentas de los ingresos de las tres Diputaciones, ninguna de las cuales controla, y el PNV y el PP se han negado sistemáticamente toda la legislatura a un cambio en la política fiscal que aportase más ingresos al Ejecutivo y evitase recortes más duros. “Era imprescindible un gran acuerdo, pero ha sido imposible por la falta de apoyo del PNV y el PP, y aún más en un clima que iba a ser cada vez más preelectoral”, opina un dirigente socialista.

Hace tres años luchábamos por la libertad. Ahora por el bienestar” Patxi López, lehendakari

López potencia así la imagen y la política que ha mantenido los últimos meses y que será el eje de su campaña: la defensa del autogobierno y del Estado del bienestar frente a Rajoy y sus recortes, de un modelo vasco de solidaridad y estímulo económico frente a los ajustes. Mantener ese modelo “dependerá de la decisión que con su voto adopte la ciudadanía”, dijo el lehendakari en su comparecencia, convertida, de hecho, en casi el primer mitin de su campaña.

La legislatura que comenzó con ETA amenazando de muerte a todos los miembros del Gobierno de López se va a cerrar con las primeras elecciones sin la amenaza de la banda. En una Euskadi en que la preocupación por el terrorismo ha caído a su nivel histórico más bajo, el lehendakari trazó en su discurso una parábola entre ese inicio y su final: “Hace tres años luchábamos por la libertad plena en Euskadi. Hoy luchamos por nuestro modelo de bienestar”.

En el cajón se quedan 13 leyes, algunas de tanto calado como la siempre postergada Ley Municipal. Euskadi es la única comunidad que carece de ella.

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