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El Supremo baja la pena a un policía que hizo un arresto para vengar a un amigo

Fichó como “sospechoso de tráfico de cocaína” al compañero de la expareja de un amigo suyo

El Tribunal Supremo ha reducido la pena impuestas a un inspector jefe de policía que detuvo ilegalmente y fichó como “sospechoso de tráfico de cocaína” al compañero de la expareja de un amigo suyo que quería vengarse.

En marzo de 2008, David T. contó a su amigo José Ramón M., inspector jefe de policía judicial de la comisaría de Retiro en Madrid, los problemas que tenía con su ex pareja, que le había denunciado por amenazas y había obtenido contra él una orden de alejamiento. David quería vengarse de la nueva pareja de su ex mujer, Daniel T. G. que había declarado contra él ante el instructor del proceso.

De acuerdo con su amigo, el inspector de Policía José Ramón M. puso en marcha un plan para simular que Daniel era sospechoso de traficar con cocaína y de esa forma montar un operativo policial en torno a su persona. Para ello, David hizo que dos detectives siguieran a Daniel durante tres meses para conocer su domicilio en la localidad de Las Rozas (Madrid) y el coche en el que se desplazaba.

El 25 de septiembre de 2008, el coche que conducía Daniel fue interceptado por dos vehículos policiales ocupados por José Ramón M. y funcionarios de policía a sus órdenes, que creían que iban a detener a un traficante de cocaína. En el registro de coche de Daniel, una policía acabó encontrando un envoltorio que a su vez contenía pequeñas bolsas de color verdoso, que, al descuido de sus compañeros, el inspector José Ramón M. había colocado en la parte delantera izquierda del turismo.

Daniel fue trasladado a la comisaría de policía de Segovia, donde el inspector José Ramón M. se introdujo en un despacho, simuló hacer una prueba química a la supuesta droga intervenida y al salir comunicó a los demás agentes que no se trataba de droga, sino de harina. A Daniel le dijo que podía marcharse, pero antes de le hizo firmar en el Libro Registro de Diligencias, en el que hizo constar como motivo de la detención “comprobación de identidad por sospecha de tráfico de cocaína”. A consecuencia de los hechos, Daniel sufrió un trastorno adaptativo ansioso y tuvo que tomar antidepresivos durante un mes.

La Audiencia de Segovia condenó al inspector José Ramón M. a cinco años de cárcel y 10 de inhabilitación y a David T. a cuatro años por detención ilegal. El Supremo ha reducido las penas al policía a tres años de cárcel y seis de inhabilitación y a David T. a un año y medio de prisión, en ambos casos por aplicación de una reforma técnica del Código Penal que permite sustituir las penas por otra inferior en un grado y más beneficiosa para los condenados.

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