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El PP recorta el peso oficial del catalán en Baleares

Ya no será necesario conocer la lengua para ser funcionario

José Ramón Bauzá.
José Ramón Bauzá.ULY MARTÍN

El PP de Baleares da un paso definitivo en el parlamento autonómico para recortar el peso oficial del catalán. En nombre de la “normalidad y el equilibrio entre dos lenguas oficiales”, saber catalán ya no será necesario para ser funcionario, será un mérito y no un requisito, por la modificación en la ley de la función pública. El golpe de timón del PP afecta al uso de la documentación oficial, la doble denominación de los topónimos, según la tradición popular y turística, y a la retirada de los doblajes en la televisión balear IB3 que facilitaba la cadena catalana TV3.

La izquierda del PSOE y los nacionalistas del PSM-ICV-ExM clamaron contra lo que consideran “el más brutal ataque contra el catalán” y la negación de la “lengua propia”. Durante semanas, el PP, que niega dar la consideración de "lengua preferente" al catalán, ha resistido ante decenas de movilizaciones sociales, protestas callejeras contundentes –con incidentes- con episodios de acoso directo y broncas a las autoridades de la derecha en el poder.

Tras un año de Gobierno del PP en Baleares, con la más amplia mayoría absoluta de tres décadas de autonomía -34 diputados de 59, tras la fuga de un díscolo regionalista, Antoni Pastor, por esa cuestión de la lengua-, el presidente balear y líder del PP, José Ramón Bauzá, oficializó este martes en el Parlamento el recorte del peso oficial de la lengua catalana en las islas. Era un compromiso electoral de Bauzá, un guiño al ala derecha liberal y, además, un aval al discurso de los activistas y cargos vinculados a sectores confesionales.

El portavoz conservador Fernando Rubio dijo que en el PP “pensamos que la acreditación del conocimiento de nuestra lengua debe ser incentivada y no impuesta”. Rubio recordó que los funcionarios que atiendan al público y los educadores sí deberán acreditar su competencia en el uso del catalán. Pilar Costa, del PSOE, tildó la reforma de inconstitucional y antiestatutaria y lamentó la ruptura del consenso tradicional, porque "se modifican cuatro leyes, entre ellas, una clave, la de Normalización Lingüística". Biel Barceló, del PSM, asimiló al PP y a Bauzá a "un virus de una enfermedad doble" que ataca la lengua y la identidad, al tiempo que destroza todo lo público.

En la misma convocatoria, en tres plenos sucesivos del Parlamento, el PP en solitario sacó adelante el marco de la nueva ley del Turismo, liberalizadora del cambio de uso y que pretende incentivar la reforma de zonas obsoletas. Además se refrendó un decreto ley de reformas económicas, entre ellas, la de licencia exprés para nuevos comercios e industrias.

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