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“Que empiecen arrimando el hombro los que han metido la mano”

Los funcionarios reclaman recortes "desde arriba" y exigen que se valore su labor

Funcionarios públicos que trabajan en Nuevos Ministerios, en Madrid, cortan el tráfico en el paseo de la Castellana.
Funcionarios públicos que trabajan en Nuevos Ministerios, en Madrid, cortan el tráfico en el paseo de la Castellana.J.J. Guillén

Los funcionarios no piensan dar tregua, y continúan con las protestas por los recortes aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy: la supresión de la paga de Navidad y la reducción a tres de los días de libre disposición, los conocidos como moscosos. Ya lo han advertido hoy los empleados públicos que trabajan en la zona madrileña de Nuevos Ministerios al final de su concentración: "Mañana volveremos", en un vuelco irónico del "Vuelva usted mañana", de Mariano José de Larra. Ahora, reclaman "recortes desde arriba" y exigen que se valore su labor. Mientras tanto, se deshacen planes y otros tienen que ser atados para el futuro, de acuerdo con el dinero que se disponga. Estas son algunas de las historias de estos empleados públicos:

PALOMA DE ANDRÉS: "El ratoncito Pérez se ha jubilado".  Esta funcionaria gana 1.300 euros al mes después de 30 años en el Ministerio de Empleo. Los sueldos que entran en su casa, dice, "son bastante normales". Su marido es autónomo y tiene un hijo de 10 años. "He pagado 150 euros por libros". Como su hijo necesita apoyo en sus estudios, además, de Andrés paga 100 euros mensuales por una academia. El plan le parece ahora claro: "Le sacaré a mi hijo un real decreto en casa para decirle que los Reyes son los padres, y el ratoncito Pérez se ha jubilado".

JUAN CARLOS SAN CRISTÓBAL: "Estoy educando a mi hija en la austeridad".  Es funcionario de la Oficina de Patentes y de Marcas del Ministerio de Industria y tiene 45 años. San Cristóbal exige que "los de arriba" se sometan a las leyes, y que estas deben cambiar. "Que empiecen arrimando el hombro los que han metido la mano".  En su casa, entra su sueldo —que no llega a los 1.000 euros— además del de su mujer, también mileurista. Este empleado público afirma que, con una hipoteca de 430 euros, llegan a fin de mes "muy cortitos". Este año no se van a poder permitir unos días de vacaciones. Sus planes para el futuro: San Cristóbal asegura que está educando a su hija en la austeridad.

FERNANDO FERNÁNDEZ GIL: "Vivimos permanentemente asustados". Este empleado público de Intervención Delegada del Ministerio de Fomento tiene 55 años, 36 de los cuales ha dedicado a la Administración. Fernández se muestra muy enojado: Los 1.400 euros que cobraba antes se han reducido ahora a 1.200 y su mujer está en el paro. Se siente afortunado porque su hipoteca es pequeña, por lo que, de momento, su familia está recortando "en lo superfluo". De acuerdo con este funcionario, el gran problema es la falta de esperanza, que las cosas van a peor. "Vivimos permanentemente asustados", asegura. Los planes de Fernández para el futuro: "Me estoy buscando las alubias por otro lado. Si me surge otro trabajo por las mañanas, allí me iré si puedo ganar más dinero".

PATROCINIO NIETO MORENO: "No me afecta tanto, pero a otros compañeros sí". Nieto es jefa de servicio en la Dirección General de Modernización Administrativa del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Esta funcionaria ha estado "toda su vida" en la empresa privada y lleva seis años en el sector público. Con un salario neto de 2.300 euros mensuales, y "al ser una persona sola", los recortes no le van a afectar "tanto". Se solidariza con otros compañeros que sí van a salir perjudicados por la eliminación de la paga extra. Planes de futuro de la funcionaria: cambiar planes, de hecho. Nieto no va a poder acometer las obras que tenía proyectadas para su casa.

PILAR ECHEVARRÍA: "¿De qué vamos a vivir...?". Echevarría, de 56 años, apunta a su edificio con hastío y dice: "Aquí llevo 36 años metida". Echevarría se refiere al de Nuevos Ministerios, donde es funcionaria en la Dirección General de Carreteras de Fomento. Echevarría mueve la cabeza, irritada, en gesto de rechazo. Su salario es de 1.100 euros mensuales y a su marido —quien trabaja en banca— le van a hacer un ERE. "¿De qué vamos a vivir...?", se pregunta. "Encima, nos echan la culpa a los funcionarios. Nos han quitado los moscosos, que era lo único que teníamos..." La empleada pública afronta una hipoteca y sus dos hijos, periodistas, se encuentran en paro. Planes de futuro: "A este paso, vamos a tener que suprimir todos los gastos".

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MERCEDES HERNÁNDEZ: "Estas medidas no están justificadas". Hernández desempeña su labor en el área de Informática del Ministerio de Empleo y tiene 59 años, 26 consagrados a la función pública. Hernández gana 1.500 euros. A pesar de que en su caso sostiene que no va a tener problemas, ha estado en todas las concentraciones de sus compañeros. "Estas medidas no están justificadas", afirma sin titubear.

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