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Así perdí todos mis puntos

Una periodista de EL PAÍS relata cómo se quedó sin carné por tres infracciones Ahora inicia un curso de ‘reinserción vial’ que los lectores pueden seguir en la web

Patricia Ortega Dolz

“No se ha detenido usted los tres segundos que requiere una señal de Stop”, dijo el agente (que no portaba cronómetro).

Aquella vez fueron cuatro puntos y una multa de 60 euros. Pero eran unos puntos definitivos. Había que sumarlos a los seis que había perdido antes por ir al doble de la velocidad permitida al llegar a un bache en la avenida de Arcentales, en Madrid, donde había una señal que limitaba a 20 kilómetros por hora. Y, sumados estos a los dos que perdí meses antes, por circular a 133 por la carretera de Burgos con un límite de 100 kilómetros por hora, eran ya 12. Se agotó el crédito. Y así fue como me convertí en una de los 142.000 conductores que han perdido todos los puntos en los últimos seis años. No estoy, sin embargo, entre los 2.400 que los han perdido no solo una vez, sino dos, según los datos de la Dirección General de Tráfico.

La verdad es que no fui consciente de que conducía sin un solo punto hasta que me llegó una notificación por correo. Y, como la mayoría de la gente que no ha consultado nunca su contador en la página de la DGT, la recibí con asombro: “¿Yo?”.

Lo siguiente fue comprobar que en la web de la DGT aparecía mi nombre junto a un cero perfecto en la casilla de “saldo de puntos”. Y, a continuación, cumplir con la urgencia de entregar en la Dirección Provincial de Tráfico mi carné de conducir, que me retiraban durante seis meses, de entrada. Y me invitaban a hacer un curso, después, para recuperar la mitad de todos los puntos perdidos.

“Hay que intentar no perderlos todos nunca. En cuanto se pierde alguno, se puede hacer un curso de dos días, que cuesta poco dinero, para recuperar un par de ellos y, así, no arriesgarse y, además, tener que pagar una pasta”, comentó amablemente el hombre de la ventanilla de “Sanciones”, mientras se quedaba con mi carné. Acto seguido me hacía entrega de un listado de autoescuelas donde realizar los cursillos de recuperación de puntos. Recuerdo que me duró días la sensación de que faltaba algo en mi monedero.

Cumplo con el perfil mayoritario: el 42% de los conductores que se han quedado sin puntos lo ha hecho por exceso de velocidad. Después hay otros motivos menos comunes: un 13% por no llevar puesto el cinturón, un 9% por usar el teléfono móvil y, otro tanto, por el consumo de alcohol.

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Sin embargo, no respondo al perfil que tienen en la autoescuela donde voy a comenzar mi curso de recuperación: “La mayor parte de las mujeres los ha perdido por beber”, dice la responsable de un centro de Madrid que imparte los cursillos —cuatro días de tres de la tarde a diez de la noche, previo pago de 377,40 euros—. En todo caso, lo que parece claro es que las mujeres que pierden todos los puntos son una minoría: “Seréis 20 personas en la clase y tú eres la única chica”. Mañana comienza el diario de mi reinserción vial. Sígalo en politica.elpais.com.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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