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El viaje de Dívar a Cantabria incluyó la visita con séquito a la cueva de El Soplao

El presidente del Supremo pidió las entradas a los responsables del parador de Limpias Fue gratis y quedó impresionado por “la maravilla de creación de Dios” que era la gruta

Elsa García de Blas
Cueva de El Soplao, en Cantabria.
Cueva de El Soplao, en Cantabria.EFE

El supuesto viaje oficial de Carlos Dívar a Cantabria entre el 23 y el 25 de julio de 2010 a cargo del erario público incluyó una visita del presidente del Tribunal Supremo junto a su séquito de siete personas a la cueva cántabra de El Soplao. Todos accedieron sin abonar la entrada tras solicitar Dívar al director del parador en el que se alojó que le gestionara las invitaciones. El presidente del Consejo del Poder Judicial escribió tras el recorrido en el libro de visitas que había quedado impresionado por la "maravilla de creación de Dios” que era la gruta, según relata el director de la instalación turística en aquellas fechas, Fermín Unzué.

Carlos Dívar se alojó en el Parador de Limpias (Cantabria) entre el 23 y el 25 de julio de 2010 para atender, según su versión —difundida el martes a través de un comunicado del Consejo General del Poder Judicial—, “una invitación oficial de la Consejería de Turismo de Cantabria”. Por ese viaje, el presidente del Supremo —cuyo sueldo es de 130.152 euros anuales— cargó como gastos al Consejo un total de 1.045 euros. Tanto el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla como su entonces consejero de Turismo, Javier López Marcano, negaron a este periódico haber invitado a Dívar.

Aunque no invitado, Dívar sí pasó en Cantabria aquel fin de semana de julio, y el Ejecutivo regional tuvo conocimiento de su visita por otros motivos. El director general de Turismo tramitó las invitaciones de El Soplao para el presidente de los jueces españoles y su séquito, requerido por el director del parador en el que se alojaba Dívar. El alto cargo de Turismo le hizo el favor al responsable del parador porque le conocía personalmente. “Le conseguimos las entradas de la cueva a Dívar, ¡pero fue a petición suya!”, exclama Revilla. El director de El Soplao lo ratifica: “Se trató como una visita particular con el único añadido de que me avisaron de que era un vip”. Dívar no abonó el precio de las ocho entradas —a 11 euros cada una—, pero es habitual que a ciertas personalidades no se les cobre. El presidente del CGPJ se desplazó desde el parador, que se encuentra a más de 120 kilómetros de distancia.

La visita se produjo el 24 de julio a las 11.15, y duró alrededor de una hora y media. El director de la gruta, Fermín Unzué, que hizo de guía para Dívar, recuerda con claridad las “constantes referencias religiosas” del presidente durante el recorrido. Dívar veía inequívocamente “la mano de Dios” en el origen de la cueva, y así lo plasmó en el libro de visitas. La gruta era, según escribió, una "maravilla de creación de Dios”.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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