_
_
_
_
_

Las ONG denuncian que el nuevo reglamento de los CIE restringe derechos

Aseguran que la norma no garantiza que haya intérpretes en los centros, limita las visitas de los familiares e impide las quejas directas a los jueces

Mónica Ceberio Belaza
Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche.
Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche.GORKA LEJARCEGI

Las ONG no están de acuerdo con los términos de anteproyecto de reglamento presentado el lunes por el Ministerio del Interior que establecerá las nuevas condiciones de los centros de internamiento de extranjeros. En un comunicado hecho público esta mañana por la plataforma “Que el derecho no se detenga a la puerta de los CIE”, las organizaciones se quejan de varios aspectos de la norma. “El borrador prima las cuestiones de control y seguridad en detrimento de las condiciones de vida y derechos de los internos, apenas desarrollados”, afirman. Estas son algunas de las principales objeciones al texto presentado por Interior que, según el ministro, Jorge Fernández, implicará un cambio de modelo y que se dejen de concebir estos centros como prisiones.

– Dirección del centro en manos de la Policía Nacional. Se trata de un aspecto cuestionado por las ONG y también por el Defensor del Pueblo. “Parece lógico que las labores de vigilancia y seguridad recaigan en la policía. Pero las condiciones de vida de las personas internadas y la garantía de sus derechos exceden con mucho el ámbito policial”, señalaban las ONG en sus comentarios al borrador del anteproyecto. Proponían la participación en la gestión de los centros del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales y la Secretaría General de Inmigración del Ministerio de Trabajo.

– Servicio de intérpretes. Piden que se garantice como uno de los servicios de los que necesariamente debe estar dotado el centro. El reglamento no lo hace.

– Visitas de familiares. Las restringe a dos días por semana, lo que para las ONG es “inadmisible” cuando en estos momentos la mayoría de los CIE permiten visitas diarias. “El derecho a la comunicación con familiares y amigos en condiciones de dignidad e intimidad es sumamente importante habida cuenta de la ruptura y separación, casi siempre traumática, que supone la expulsión”.

– Acceso de ONG. Ante la falta de regulación, los jueces de Madrid establecieron en resoluciones judiciales cómo y cuándo podían entrar las ONG en el CIE de Aluche. En un auto de enero de 2011, el juzgado de instrucción número 6 de Madrid fijó unas reglas mínimas que implican, entre otras cosas, que las organizaciones puedan entrar en el centro sin necesidad de pedir autorización previa; que no se limite el número de internos a los que pueden visitar; y que se les permita recibir y entregar cualquier tipo de documentación. “El reglamento vuelve a establecer un sistema de autorizaciones previas”, señala Mikel Mazkiaran, de SOS Racismo. “Es un claro retroceso”.

– Quejas de los internos. En estos momentos, pueden presentarlas directamente ante los jueces de control. Para ello, al menos en algunos centros, existen unos buzones específicos y las cartas deben llegar al juzgado sin abrir. El nuevo reglamento determina que se presenten ante el director del centro, y que sea este quien las remita hacia la autoridad a la que vayan dirigidas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

– Centros de Estancia Controlada de Extranjeros. Cambia la denominación de los CIE, que ya no serán “centros de internamiento”. Las ONG critican el cambio de nombre por incorrecto. “La anterior denominación es correcta, en cuanto que en estos lugares se ejecuta una medida cautelar legalmente llamada de internamiento”, señala la plataforma. “Dicha medida consiste en una privación de libertad que nada tiene que ver con el eufemismo ‘estancia controlada”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Mónica Ceberio Belaza
Reportera y coordinadora de proyectos especiales. Ex directora adjunta de EL PAÍS. Especializada en temas sociales, contó en exclusiva los encuentros entre presos de ETA y sus víctimas. Premio Ortega y Gasset 2014 por 'En la calle, una historia de desahucios' y del Ministerio de Igualdad en 2009 por la serie sobre trata ‘La esclavitud invisible’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_