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Una protesta contra el PP obliga a Bauzá a anular una visita a Sóller

El presdiente balear cambia su programa de visitas al toparse de nuevo con el asedio ciudadano

Protestas contra Bauzá la noche del martes en Llubí.

El presidente balear, José Ramón Bauzá, cambió esta noche su programa de visitas como líder del PP de las islas a las sedes locales de su formación. Bauzá evitó ir a Sóller y toparse con una nueva protesta y asedio popular, como le ha sucedido en los pueblos de Mallorca y de Ibiza a los que ha acudido. La guardia civil desplegó un amplio dispositivo de seguridad e identificó, con filtros ubicados estratégicamente, a los ocupantes de todos los automóviles que entraban en la población.

Pero el mandatario balear esquivó a unas 200 personas que estaban concentradas en la plaza de la ciudad de Sóller, Mallorca, con camisetas contra los recortes sociales y lingüísticos del Gobierno balear del PP. Las pancartas rezaban "Bauzá, en Sóller no eres bienvenido"; "Mallorca libre de peajes"' (contra el cobro por pasar por el túnel de Sóller) o "Un buen presidente no cierra hospitales". El líder conservador optó por ir al pequeño pueblo de Deià, situado una decena de kilómetros por una complicada carretera de montaña.

Las calles cercanas a la plaza del ayuntamiento de Sóller fueron cortadas; igual pasó en las visitas al PP de Santa Margalida, Artà, Llubí, Pollença, Sa Pobla o Ibiza, entre otras ciudades. La presencia de Bauzá en Manacor e Inca, capitales de comarca y de mayor población que las anteriores, suscitó significadas movilizaciones de rechazo (con unas 300 personas). La situación se desbordó en Manacor, con algunos lanzamientos y un policía de la escolta del presidente resultó herido no graves, con una brecha en la cabeza. Una unidad de más de 30 guardias civiles acude a los actos públicos de Bauzá, lejos de la sede del Gobierno.

Días atrás Bauzá ya esquivó entrar en Bunyola, para evitar una concentración contra la reducción de exigencia del conocimiento del catalán en la administración y los cierres de hospitales. En Bunyola, la guardia civil detuvo a cuatro manifestantes independentistas, por cortar la carretera y la juez les imputó por desobediencia grave.

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