La infanta Cristina y sus hijos, en el funeral del padre de Urdangarin
Es la primera vez en nueve meses que la hija menor de los Reyes trae a sus niños a España
La infanta Cristina y sus cuatro hijos -Juan, Pablo, Miguel e Irene- han llegado a España para asistir al funeral por Juan Urdangarin, de 79 años, fallecido el pasado jueves en Vitoria tras permanecer varios meses gravemente enfermo.
Es la primera vez en nueve meses que la hija menor de los Reyes de España trae a sus niños a los que mantiene al margen del revuelo mediático que la imputación de su marido ha provocado.
Iñaki Urdangarin se encuentra en la capital alavesa desde el martes a donde se desplazó alertado por el empeoramiento de su padre. Durante los últimos meses las visitas del duque de Palma a su progenitor han sido habituales aunque se llevaron con la máxima discreción.
Padre e hijo se encontraban especialmente unidos. Fue uno de sus mayores seguidores en su carrera deportiva, su consejero a la hora de afrontar su matrimonio con la infanta y su asesor cuando se inició en el mundo de los negocios. Debido a su enfermedad Juan Urdangarin no estaba al tanto de los problemas judiciales del duque.
El viernes el patriarca de los Urdangarin fue incinerado en el tanatorio Lauzurica de Vitoria en un acto íntimo al que solo asistieron su viuda Claire Liebaert y sus siete hijos. Antes de la ceremonia llegó al domicilio familiar la reina Sofía, la infanta Elena e Irene de Grecia, que quisieron visitar a la familia. Tras compartir el almuerzo regresaron a Madrid.
Doña Cristina ha volado hoy sábado desde Washington a Madrid donde llegó a las ocho de la mañana. Tras pasar brevemente por el palacio de La Zarzuela donde se encuentra don Juan Carlos convaleciente, partieron a Vitoria para asistir a la despedida a Juan Urdangarin, en la iglesia de San Prudencio de Armentia.
El patriarca de los Urdangarin estuvo prácticamente toda su vida había estado ligado al sector financiero alavés —fue presidente de la Caja Vital entre 1996 y 2000— y al de las empresas químicas, como consejero delegado de Fuchs. Dos vertientes de su vida profesional íntimamente vinculadas al PNV, partido mayoritario en aquella época en la provincia, Álava, y que le dieron una cierta proyección social.
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