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El PP respalda a Rato y culpa de la crisis de Bankia al Banco de España

Los populares acusan al único responsable no nombrado por Rajoy: Ordóñez Varios portavoces rechazan asumir errores en el banco más cercano al PP

Cospedal y Floriano han presentado hoy la campaña 'Reformas: garantías de futuro` con la que el PP pretende conjurar el desgaste con la vista puesta en las elecciones en Euskadi y Galicia.

¿Cómo esquivar el golpe político del batacazo de Bankia, el banco más claramente en manos del PP, que ha acabado nacionalizado? Buscando un responsable fuera del partido. Los populares encontraron este jueves un objetivo sobre el que lanzar todos sus dardos. Mientras el Gobierno guardaba silencio para evitar un conflicto abierto, el PP se lanzó contra el Banco de España y su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordónez. Es el único responsable de la crisis de Bankia que no es del PP, y contra él fueron todos los dardos. En el PP, al menos en público —en privado sí—, no se escucha ni una crítica contra Rodrigo Rato, personaje clave de la derecha española que ha presidido el banco los últimos dos años y medio, ni contra Miguel Blesa, su antecesor, muy cercano a José María Aznar, ni contra José Luis Olivas, ex número dos de Bankia, otro conocido político del PP que fue presidente de la Generalitat valenciana en 2002 antes de llegar a Bancaja. Por supuesto, tampoco contra la gestión de la crisis del Gobierno de Mariano Rajoy.

Todos los disparos dialécticos del partido buscaron el jueves al Gobierno del PSOE y sobre todo a Fernández Ordóñez. Tanto, que algunas voces incluso critican en sordina a Rajoy por no haberlo destituido antes de que cumpla su mandato, en julio. Ordóñez, que fue secretario de Estado de Economía a las órdenes de Pedro Solbes, era hasta 2012 una persona bien vista en el PP y tenía mucha relación con Rajoy, que alababa sus críticas al Gobierno de Zapatero. Pero ahora es el enemigo a batir.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez y Luis de Guindos
Miguel Ángel Fernández Ordóñez y Luis de GuindosKELD NAVNTOFT (afp)

A falta de declaraciones del Gobierno, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, defendió  la nacionalización de la entidad como la mejor opción. Cospedal protegió claramente a Rato: “asumió la gestión de Bankia en un momento muy complicado. Ahora se le ha pedido que haga un esfuerzo de dejar el testigo después de una gestión muy importante. No tengo más que elogiar la figura de Rodrigo Rato”, aseguró. La número dos del PP hacía pública así la versión de que Rato ha sido destituido, algo evidente, pero que oficialmente se vendió como una dimisión voluntaria.

Se le preguntó si asumía que el PP, que controlaba el banco y nombró a buena parte de su consejo, debía asumir alguna responsabilidad en el fracaso de Bankia. “El PP ha actuado con toda responsablidad, con tanta responsabilidad que ha sido un Gobierno del PP el que ha dicho que lo mejor para Bankia es la nacionalización”, se limitó a contestar.

Otros dirigentes del PP fueron aún más directos. El portavoz del PP en la comisión de Economía del Congreso, Vicente Martínez Pujalte, un conocido ratista —los partidarios de Rato en el PP— acusó al Banco de España de “obligar” al expresidente de Bankia a hacerse cargo de la entidad valenciana con datos que “a lo mejor no eran exactos” y sin ningún tipo de esquema “de protección de activos”. Esa fusión fue respaldada absolutamente por el PP y por Rajoy, ya que se fusionaban varias cajas controladas por este partido.

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Alberto Núñez Feijóo, presidente de Galicia, también protagonista político de otra fusión que resultó fallida, la de las cajas gallegas, defendió este jueves esa decisión y atacó al Banco de España y al Gobierno del PSOE por la crisis de Bankia, y evitó cualquier crítica al PP:

“Si teníamos el mejor sistema de Europa y ahora resulta que tenemos que nacionalizar uno de los principales bancos de España. Y si tras pasar una reestructuración financiera buena parte de las entidades siguen teniendo problemas, cabe preguntarse el papel del gobernador del Banco de España estos años. Tenemos derecho a que nos lo expliquen”, aseguró.

Mientras, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, también defendió a Rato “de verdad, lo ha intentado”— y apuntó a Fernández Ordóñez: “A mí [su actuación] me sorprende también profundamente, pero no me quiero meter en esas cosas”, remató.

Ignacio González, que luchó para presidir el banco, culpa a Zapatero y a Salgado

CARLOS E. CUÉ

Caja Madrid fue el centro de una de las mayores batallas internas que se recuerdan en el PP: la lucha por el control político de la segunda caja de España, a finales de 2009. Por un lado, Esperanza Aguirre y el PP de Madrid, que quería colocar allí a Ignacio González, su mano derecha. Por otro, Alberto Ruiz-Gallardón, respaldado por Mariano Rajoy, que apostaba por Rodrigo Rato. Ganaron estos últimos, y González salió muy tocado políticamente. Aún así, se recuperó y sigue siendo la mano derecha de Aguirre, e incluso fue perdonado por Rajoy y ha vuelto a la dirección nacional. Ayer, como si nada de todo esto hubiera ocurrido nunca, el vicepresidente de Madrid encontró rápidamente tres culpables de la crisis de Bankia, y ninguno es del PP: José Luis Rodríguez Zapatero, Elena Salgado y Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de Madrid, González fue muy claro: “La responsabilidad es del legislador, el Gobierno de Zapatero; el ministro de Economía, Elena Salgado, y del gobernador del Banco de España, Fernández Ordoñez.. Con nombre y apellidos para que sepan de qué estamos hablando porque parece que se nos olvida”.

En plena batalla por Caja Madrid en 2009, el Gobierno de Esperanza Aguirre cambió la ley de cajas de esta comunidad precisamente para garantizar el control por parte de los aguirristas de esta entidad, y para impedir que Miguel Blesa, enfrentado abiertamente a Aguirre, pudiera seguir más allá de los 12 años que ya llevaba. González fraguó entonces un pacto con el PSOE madrileño, IU, CCOO y UGT para presidir la caja. Pero cuando todo parecía hecho, Rajoy forzó a Aguirre a aceptar a Rato.

González insistió ayer en mirar a Fernández Ordóñez y al PSOE: “La máxima autoridad del sector financiero es el Banco de España, y al frente, Zapatero, que decía que no podía haber políticos en las cajas, colocó ni más ni menos que al secretario de Estado de Economía de su Gobierno”.

“No se ha oído al Gobernador del Banco de España en todo este tiempo nada de adoptar ninguna medida de saneamiento e intervención de ninguna medida hasta que se ha producido esta circunstancia”, remató.

De hecho, añadió que recuerda que muchas de las fusiones y de las valoraciones en el sector de cajas que se han hecho “con el beneplácito expreso del gobernador de Banco de España y del Ministerio de Economía y Hacienda, en su momento vicepresidencia del Gobierno”.

González trató también de salvar al Gobierno de Madrid y a Aguirre de cualquier responsabilidad. Explicó que una de las explicaciones es que Zapatero y Rajoy no se pusieron de acuerdo para privatizar las cajas, como defendía Aguirre, y “eso a lo mejor puede ser uno de los grandes problemas que ha tenido el sector financiero español a lo largo de los últimos años”.

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